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España España · Madrid
Críticas de M4C4N1C
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
7
2 de enero de 2022
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay actores que con un traspiés sus carreras desvanecen como “lágrimas en la lluvia”. Otros, perdidos en producciones sin sentido permanecen en el imaginario de la gente. Encadenar una película mala tras otra, puede ser la clave del cariño del público. No esperan nada y solo quieren ver la función por el nombre de ese actor. Nicolas Cage, entre histrionismo y personaje a cada cual más extravagante ha conseguido ganarse una reputación extraña en Hollywood. No es el actor de moda de las grandes películas, y ya nadie recuerda su parentesco con Coppola, sin embargo es querido por su infatigable decisión por estar en cualquier producción independientemente de su calidad.

Entre todas las películas en las que aparece, hay veces que una brilla entre la paja, hay que bucear para llegar a ella y a veces el espectador será recompensado. Recientes son los éxitos que ha recibido en los festivales de cine con Color out of space (2019) o Mandy (2018). En mi caso, ambas películas están a millas de distancia de ser buenas. Pero como todo, la subjetividad es caleidoscópica.

Pig (Michael Sarnoski, 2021) es esa gema con la que nadie esperaba encontrarse. El punto de partida rememora a las locuras anteriores de Cage, un hombre solitario recolector de trufas debe buscar a su cerdo robado con la compañía del empresario joven con el que negocia. El temor inicial se disipa ante una cinta con el poso necesario como para introducirnos en un mundo que habla del presente de un hombre cuyo pasado le ha marcado. Una persona que ha decidido refugiarse en el bosque para olvidar quien era, para olvidar el dolor de tiempos remotos. Sin embargo, esa búsqueda será la razón por la que vuelva a confrontar recuerdos dolorosos. Pig requiere paciencia, pues tiene un ritmo pausado y contemplativo, pero aquel que entre en su narración, será recompensado con el mayor poso de tristeza y redención de las mejores películas.
M4C4N1C
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8
31 de marzo de 2019
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estrenada en 2018 durante el prestigioso e internacional festival de Cannes, ciudad de la costa azul francesa caracterizada por sus colores llamativos, azules pulcros y excesos lujosos. Dogman consiguió el galardón al mejor actor del festival de cine, así como innumerables alabanzas por parte de la crítica profesional destacando la dureza del relato narrado en la cinta. El director de la película es el italiano Mateo Garrone cuya filmografía está inundada a partes iguales de títulos interesantes, como irregulares: suyas son Gomorra o El cuento de los cuentos.

Dogman no solo es una película interesante, necesaria o buena, es una obra de una sutilidad sin igual. El espectador entra desde el minuto cero en el film, compartiendo los temores y el sufrimiento silencioso del personaje interpretado por Marcello Fonte. El argumento es sencillo: Marcello es una persona bondadosa, influenciable, débil (física y emocionalmente) y dueño de una peluquería canina a las afueras de una ciudad italiana se mete en problemas por culpa de un joven bruto y necio. Esta es la premisa principal del film que permite al director realizar una metáfora sobre la soledad, el sentirse inferior y la manipulación.

Anteriormente, he mencionado que la película se estrenó en Cannes, puede ser una mera coincidencia o más bien una crítica al buen vivir y los lujos de una vida ya solucionada. El director, por lo tanto, quiere representar los problemas cotidianos de las minorías enmudecidas, como son las personas que viven en suburbios o barrios con un nivel adquisitivo bajo. El film transita por lugares poco conocidos para el espectador medio, un relato duro sin final feliz, una narración que nos permite adentrarnos en la transformación psicológica del personaje principal. En este caso en concreto, el dicho: “como la vida misma” le queda como anillo al dedo a la película. Dura, fría, sin concesiones, cine con tensión, despiadado a la vez que sutil… en resumidas cuentas, una película de las que ya no se hacen, que están condenadas a la extinción en un mercado audiovisual cada vez más monótono y menos sugerente que solo quiere satisfacer al gran público y conseguir una alta recaudación.
M4C4N1C
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8
2 de enero de 2022
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
I
Jane Campion vuelve. Simplemente con este avance los espectadores deberían de lanzarse hambrientos para devorar la nueva lección cinematográfica de la directora australiana. Campion ha dejado de ser aquella cineasta de los noventa que buscaba un camino con películas como Un ángel en mi mesa (1990) o El piano (1993), es ya una veterana. Una persona de mirada única, de sensibilidad fílmica y de comprensión humana. Su nueva incursión, basada en una novela del mismo nombre escrita por Thomas Savage en 1967 (conocido por sus novelas situadas en el lejano oeste), cuenta con un plantel de actores que muchos querrían tener: Benedict Cumberbatch, Kirsty Dunst o Jesse Plemons.

II
Cinta dividida en cinco capítulos, donde la tensión nunca decae. Siempre al borde de la explosión. En el límite de ebullición. Su ritmo sosegado y pausado, más introspectivo podría decirse, contrarresta con unas notas musicales que inquietan el visionado (compuesta por Jonny Greenwood, guitarrista de Radiohead). Lo convierten en una experiencia incómoda y bella. La película narra la historia de dos hermanos con temperamentos opuestos propietarios de un rancho en Montana. Phil (Cumberbatch) es burlón, maleducado y rudo, mientras que George (Plemons) es paciente, respetuoso y sentimental. Phil tomará represalias cuando George desobedezca uno de sus consejos acerca de su casamiento con Rose (Dunst). Un duelo psicológico entre Phil y Rose se establecerá. En medio de la situación, el hijo de Rose (Peter, afeminado para el duro Oeste) ve en Phil un modelo a seguir.

III
Los colores anaranjados del atardecer, el amarillo de las horas duras de sol o las sombras salen de la pantalla para instalarse en nuestras córneas. Las montañas que rodean el rancho son majestuosas, imponentes y captadas como pocas veces se ha visto por una cámara. Campion sabe y su directora de fotografía también (Ari Wegner) que una película del Oeste debe mucho a su paisaje. Al fin y al cabo, esas historias sobre pistoleros solitarios y de pocas palabras deben mucho al entorno. Estamos en un territorio de masculinidad, de fuerza e impasibilidad y solo se puede comprender esa forma de comportarse si entendemos el lugar en el que viven, crecen y hasta mueren. En el western es el entorno el que modela al personaje. Rodada ciertas escenas en 70 mm, el formato recoge más amplitud visual lo que permite que el entorno lo abarque todo y sea un deleite para el ojo humano.
El montaje tiene una sensibilidad especial, al mismo tiempo que cerebral. Los tiempos nos ayudan a comprender la psicología de cada uno de los personajes. Sobre todo de Phil, aupado por su gran interpretación, su presencia crea un aura de incomodidad que altera tanto al espectador como a los demás en pantalla. Las miradas que desprenden sus ojos, sus acciones, los silencios e incluso la forma de hablar nos transmiten información continua.

IV
Es un relato sobre los códigos de la virilidad. El hecho de mostrarse hermético como sinónimo de rudo y fuerte. Convertirse en un modelo a seguir. Phil es el que mueve el relato, con todos estos atributos que se oponen al hijo de Rose cuyo comportamiento es más sensible. Un duelo entre los preceptos antiguos de masculinidad con las nuevas formas de ser y pensar. Es la lucha entre el pasado, presente y futuro. Una batalla entre códigos sociales que abarcan años y la renovación de la juventud. Ese comportamiento relegado a una marginalidad y soledad cada vez más incomprendida, por ello Phil se muestra como una persona encerrada en sí misma porque no comprende el avance cambiante de la personalidad. Para él, lo importante se reduce a lo primitivo.
Cierto es, que llega un momento en el que Phil desarrolla un comportamiento diferente al visto durante la primera parte de la película. Puede resultar brusco. Empieza a mostrarse más abierto, inteligente, accesible y dialogante con Peter. Resulta un poco forzado, aunque se quiera justificar mediante un pasado remoto al que solo la conciencia del protagonista tiene acceso.
Existen trazos de seducción. Un pensamiento invisible y dejado a la interpretación pincela el relato. El rechazo a la debilidad a través de una mirada férrea. La represión de ciertos impulsos sexuales por miedo al juicio externo. El trauma jovial como artífice de la falta de comunicación del presente. Dentro de la relación cuasi parentesca entre Phil y Peter, un aroma sexual puede respirarse. Una fascinación seductora acontece sin alusión.

V
El poder del perro es una obra que derriba la sintaxis de un género que tiene años de historia. Nos encontramos ante una película modernamente clásica, cuyo valor incalculable está en el interior y no en lo que se ve. Reformula las convenciones del western, como sucedió con El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford (2007). La quimera se encuentra en el poso de la reflexión. En el “después” del visionado, donde el espectador consciente del enigma que le plantean decide bucear en la intrahistoria de esos personajes tan extraños como enigmáticos.
M4C4N1C
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