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España España · Madrid
Voto de M4C4N1C:
8
Thriller. Drama El dueño de una peluquería canina a las afueras de Roma se deja influenciar por un delincuente local hasta que su vida personal se complica y decide tomar las riendas de la situación. (FILMAFFINITY)
31 de marzo de 2019
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estrenada en 2018 durante el prestigioso e internacional festival de Cannes, ciudad de la costa azul francesa caracterizada por sus colores llamativos, azules pulcros y excesos lujosos. Dogman consiguió el galardón al mejor actor del festival de cine, así como innumerables alabanzas por parte de la crítica profesional destacando la dureza del relato narrado en la cinta. El director de la película es el italiano Mateo Garrone cuya filmografía está inundada a partes iguales de títulos interesantes, como irregulares: suyas son Gomorra o El cuento de los cuentos.

Dogman no solo es una película interesante, necesaria o buena, es una obra de una sutilidad sin igual. El espectador entra desde el minuto cero en el film, compartiendo los temores y el sufrimiento silencioso del personaje interpretado por Marcello Fonte. El argumento es sencillo: Marcello es una persona bondadosa, influenciable, débil (física y emocionalmente) y dueño de una peluquería canina a las afueras de una ciudad italiana se mete en problemas por culpa de un joven bruto y necio. Esta es la premisa principal del film que permite al director realizar una metáfora sobre la soledad, el sentirse inferior y la manipulación.

Anteriormente, he mencionado que la película se estrenó en Cannes, puede ser una mera coincidencia o más bien una crítica al buen vivir y los lujos de una vida ya solucionada. El director, por lo tanto, quiere representar los problemas cotidianos de las minorías enmudecidas, como son las personas que viven en suburbios o barrios con un nivel adquisitivo bajo. El film transita por lugares poco conocidos para el espectador medio, un relato duro sin final feliz, una narración que nos permite adentrarnos en la transformación psicológica del personaje principal. En este caso en concreto, el dicho: “como la vida misma” le queda como anillo al dedo a la película. Dura, fría, sin concesiones, cine con tensión, despiadado a la vez que sutil… en resumidas cuentas, una película de las que ya no se hacen, que están condenadas a la extinción en un mercado audiovisual cada vez más monótono y menos sugerente que solo quiere satisfacer al gran público y conseguir una alta recaudación.
M4C4N1C
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