La película es muy buena. Argumento original, bien desarrollado, excelentemente aplicado y magníficamente interpretado. La dirección y la fotografía también son realmente buenos. Hasta aquí todo bien; ¿el problema? Los "espectadores". Y lo pongo entre comillas porque no se si llamarlos así o llamarlos de otras maneras: irrespetuosos, brutos, burdos, maleducados. Muchos adjetivos para calificarlos, demasiados. Lo que no es calificable es la sensación de estar ver una película en la que los silencios juegan un papel absolutamente clave y primordial y que, por culpa de un grupo de chavales engreídos, un energúmeno que se pone a hablar por teléfono o una pareja que se compra el menú de palomitas crujientes más grande del mundo, la escena excelentemente rodada pierda toda tensión. Debemos recordar lo que es el cine: un lugar en el que ir a ver películas. A ver películas; no a comer, ni a hablar por teléfono ni a cualquier otra cosa. Y el respeto no me lo debéis dirigir a mí, sino a todas las personas que han trabajado para rodar una película que ansían que te guste.

Lo dejo aquí no sin antes remarcar las actuaciones de Blunt y Krasinski; de lo mejor que he visto en el último año.

La miniserie 22.11.63 no es una super-producción de talla universal en cuanto a presupuesto ni en cuanto repercussión mediatica. Aun asi, esta miniserie de 9 episodios no ha dejado de sorprenderme ni un solo minuto de los 45-50 de cada episodio (y lo digo enserio, la trama y el argumento son espectaculares). Si a la producción de J.J Abrhams le sumas una de las mejores actuaciones en la carrera de James Franco (si es que no ha sido la mejor) y una realmente excepcional Sarah Gadon, te sale un proyecto que deja la boca abierta a cualquiera. Además de todo esto, resaltable es también la buena dirección de la serie que hace que no puedas despegar las ojos del televisor/ordenador para ir al baño o para mirar el mobil.
La serie en si me ha parecido de lo mejor que he visto en los ultimos 5 años en televisión. La actuación de James Franco hace que la historia cobre vida y que todo lo que pasa en ella parezca absolutente real; es como si realmente le estibiera pasando él. Y conseguir que un espectador sienta eso (de verdad) es muy dificol, y creo que 22.11.63 lo ha conseguido del todo.

Si esperan que les diga que es la tipica pelicula de Tom Cruise en la que a los 30 segundos de pelicula ya está sangrando y sin camiseta, esperen sentados. Si esperan que les diga que es la tipica pelicula biografica sin ningun tipo de interés ni drama, esperen sentados.
Dicho esto, voy a aclarar de que trata esta pelicula: improvisación. Asi es como se definiria la vida de Barry Seal, el qual es interpretado de forma muy fiel por Tom Cruise (que ofrece una actuación distinta, y mejor, a muchas de sus anteriores peliculas).
De la improvisación de la vida de Seal nace una inevitable envidia por parte del espectador (y a la vez miedo por las consecuencias de sus actos) que siempre va inerente a los papeles de Cruise. Aun así, en esta pelicula, Cruise consigue algo que en muchas otras no ha logrado: convencer al espectador (quizá porque el espectador sabe que está basada en hechos reales, quizá por su buena actuación). Todo esto no quita que el espectador al acabar la pelicula quede descolocado, con cara de tonto y con mucha preguntas en mente. De ahi el encanto de Barry Seal (y de Tom Cruise).

He leído en criticas profesionales y amateurs que esta película es demasiado previsible, simple y/o básica. Pues bien, la historia real es la que es, guste o no. Desde un punto de vista argumental quizás la película sigue un poco el guión que uno podría prever, si bien tiene algunos giros de guión notables y que uno no se esperaría, pero lo que llama la atención es que, siendo una comedia, aporte tanto desde un punto de vista moral y filosófico. A veces olvidamos qué importa de verdad, y esta película, al menos a mi, me lo ha recordado. Además, tiene buenos toques de humor y es realmente entretenida.

Pensamiento y reflexión. Eso es lo que produce esta pelicula cuando las luces de la sala se abren para dar fin a este clásico. La pelicula puede ser más o menos buena y te puede gustar más o menos, pero lo que es indiscutible es la lavor de reflexión que produce su final sobre el perdón, la venganza y, sobretodo, la justicia.
En cuanto a la técnica de la pelicula se puede entender que en algún que otro momento se puede hacer pesada, larga, por su modo de repetición en cuanto al modus operandi del famoso detective (aunque no ha sido mi caso). Sea como sea, lo que es intachable es el gran reparto de este clásico. El gran cartel de este reparto es respindido gratamente por grandes actuaciones, con Johnny Deep, Penelope Cruz y William Defoe en cabeza.
Ya para acabar, y sin hacer spoiler, quiero destacar el gran final de una pelicula que, sin ser la mejor del año, consigue dejar un buen sabor de boca que es producido, en gran parte, por el magnifico y filosófico final. En general, muy buena adaptación de la novela de Agatha Christie.