El resort es una de esas sorpresas azarosas que te encuentras por casualidad, totalmente inesperadas, pero que agradeces enormemente que se hayan cruzado en tu camino, como una tarde lluviosa en medio de un verano asfixiante o como un precioso oasis en medio de un desierto. Como bien decían en una de las críticas profesionales sobre la serie, una vez entras en ella te quedas ya estás atrapado.

El misterio juega un papel principal en esta serie y consigue, al menos en mi caso, mantenerte intrigado de principio a fin. Además, por la estructura en la que está creada la historia creo que juegan muy bien con el hecho de hacer partícipe al espectador, provocando que las hipotéticas teorías y de más que uno se va creando se vengan abajo tras cada cliffhanger final de cada episodio, obligándote prácticamente a ver el siguiente capítulo de forma inmediata.

He de reconocer que no conocía demasiado al grueso principal del reparto, cosa que a veces puede suponer un hándicap. Pero este no es el caso. Todo el elenco funciona a la perfección y consigue que empatices bastante con los personajes. Por destacar a alguno, me quedaría con Cristin Milioti, a la que solamente conocia por la genial Palm Springs y que aquí vuelve a demostrar lo bien que se adapta a este tipo de papeles.

En resumen, muy buena serie, con una duración de 30-35 min por capítulo que ayuda a mantener muy viva la historia que se nos presenta sin llegar a decaer y que consigue combinar misterio con dosis de humor y ciertos toques de drama romántico para dar una vuelta de tuerca diferente al contexto resort vacacional visto en otras series recientes como por ejemplo The White Lotus. Ideal para un atracón veraniego.

Suele ocurrir a menudo que producciones que generan un alto "hype" decepcionan a un alto porcentaje de la audiencia porque las altas expectativas creadas no llegan a ser satisfechas. En cambio, también está la otra cara de la moneda, productos que sí cumplen con todo lo previsto o al menos dejan un sabor de boca más que agradable. En este caso, creo que Miércoles está claramente en las del segundo grupo.

Desde el primer segundo hasta el último, incluyendo las secuencias de apertura y clausura de cada uno de los capítulos, nos encontramos ante una serie con un sello distintivo único. La temática gótica en todos y cada uno de los elementos que conforman Miércoles constituyen un contexto que mezcla a la perfección los géneros de comedia de terror y humor negro para ofrecernos 8 capítulos (ojalá sean muchos más) que cuentan con todos los elementos necesarios para mantenerte pegado a la pantalla: intriga, misterio, sarcasmo, humor made in Miércoles Addams, ciertos toques de terror, múltipes guiños y referencias a la saga original (hay una Cosa que destaca por encima de todas) y sobre todo, Jenna Ortega. Bien es cierto que la trama en sí no es una oda a la creatividad y originalidad, más allá de los elementos fantásticos incluidos en ella, pues si vamos a la base todo radica en descubrir qué, quién o quienes están siendo los responsables de todo lo que sucede alrededor de Nevermore, pero en muchos caso importa mucho más el cómo que el qué y Miércoles es un claro ejemplo de ello.

Desde la música, la temática lúgubre, la lluvia, el no uso banal de los efectos para generar miedo o suspense, la fotografía, los escenarios y la ambientación de la Academia, hasta un reparto más que interesante en el que sobresale por encima de todos Jenna Ortega, todo parece escogido a la perfección para encajar de una forma prácticamente ideal y adentrar al espectador en el universo Addams y dejarlo sin pestañear durante los 50 minutos que dura cada capítulo. Pero si hay algo por lo que merece la pena ver Miércoles es por Jenna Ortega. Todos los de mi generación hemos crecido con la imagen de Cristina Ricci interpretando al mítico personaje, pero es que después de ver la nueva producción en la que participa también Tim Burton da la sensación que un ancestro de Miércoles Addams se ha reencarnado en la joven actriz californiana. La forma en la que es capaz de no mostrar ni un atisbo de expresividad facial, la agudez para encadenar frases sarcásticas sin apenas pestañear y la ausencia de todo tipo de emoción, sumado a una caracterización más que lograda hacen que a día de hoy no sea posible separar el binomio Miércoles-Jenna. Ella es la serie y la serie es ella. Desde luego ha nacido para interpretar este papel. Da igual todo lo demás, por todos y cada uno de los planos en los que aparece en pantalla, que son prácticamente todos, la serie merece y mucho la pena.

En resumen, estamos ante un gran producto que adapta muy bien una saga icónica a los tiempos que corren, ofreciendo a los espectadores justo lo que quieren ver (referencias y guiños incluidos), con una Jenna Ortega que debería pensar en cambiar su nombre a Miércoles Addams, y con la única pega que a día de hoy solo cuenta con 8 capítulos, pues una vez vistos casi del tirón, un servidor se queda con las ganas de ver mucho más, ya que las hazañas y aventuras alrededor de Nevermore (espero) solo acaban de empezar

La llegada en solitario del amigo y vecino Spider-Man al UCM supuso un soplo de aire fresco más que necesario. Si la primera película, como bien indica su título, fue una bienvenida más que notable y la segunda nos demostró que el hombre araña funciona muy bien lejos de su zona de confort, esta tercera entrega viene a confirmar que tanto actor como héroe son de lo mejor que le ha pasado al UCM.

Personalmente creo que estamos ante una de las mejores películas de todo el Universo Cinematográfico de Marvel. En ella se nos muestra, no solo la evolución del héroe de acción, sino también de la persona humana que habita tras la máscara, mucho más preocupada por problemas terrenales que afectan a su vida personal que por posibles amenazas interplanetarias como las vividas en anteriores entregas. Esa terrenalidad dota de un carácter mucho más emotivo y humano a una película que, sin dejar de ser cine de acción, aúna muy bien los diferentes escenarios para mantener un ritmo y cadencia que hacen que las 2h20 de duración se pasen volando.

La química entre los viejos y nuevos protagonistas es innegable a la par que magnífica, la historia es entretenida e interesante, las escenas de acción son puro sello Marvel y los momentos cumbre (detalle en zona Spoiler) son de esos que a uno se le quedan guardados en la retina. En definitva, un cóctel perfecto con sello blockbuster pero que se adentra mucho más de lo que parece en aspectos emocionales que al final, invitan al espectador a meterse de lleno en el papel de Spider-Man e incluso en el de Peter Parker. Nota 9 sobre 10

Siempre he pensado que, como pasa con cualquier otro arte, ver una película es un proceso muy subjetivo en el que entran en juego muchos aspectos (estados de ánimo, situaciones y momentos personales recientes o pasados, gustos, preferencias etc..) de ahí que un mismo producto pueda dar lugar a infinitas interpretaciones y valoraciones. Pero para mí, el sabor final que te deja una película o una serie se resume, al 95%, en todo lo que consigue transmitirte. Y no hablo solo puramente de emociones, porque una película, o serie, también puede transmitirte aburrimiento, incredulidad, desconexión etc... Para mí, esa es la esencia, y creo que por eso "Five Feet Apart" me gusta tanto, por todo lo que es capaz de transmitirme.

Me gusta porque nos habla de una historia en la que desde el minuto uno ya eres partícipe, en la que todo está muy bien orquestrado para mantener el interés y conseguir la dosis de empatía necesaria que nos lleva a identificarnos con alguno de los personajes. Me gusta por Haley Lu, magnética y magnífica su interpretación, por como consigue transmitir todo el tsunami de emociones por el que pasa, ha pasado y tiene que pasar. Es imposible no adorarla. Me gusta porque es capaz de convertir la estancia en un lugar en el que nadie desea estar, en un entorno casi familiar en el que todo puede pasar. Me gusta porque habla de esperanza, de perseverancia y de ganas de vivir. Me gusta porque en muchos aspectos es incluso hasta didáctica, sirviendo también de altavoz de una enfermedad para muchos desconocida. Me gusta porque trata temas que podrían ser, a grandes rasgos, los pilares básicos de nuestra existencia: Vida, Tiempo y Muerte. Pero sobre todo me gusta porque pone en valor que, al final de todo, incluso en la peor de las situaciones, el amor, en todas sus vertientes, sigue siendo el motor único e inigualable que nos hace seguir hacia adelante y querer mirar con optimismo e ilusión lo que está por venir.

En resumen, es una historia que (al menos a mi), te atrapa de principio a fin, de la que no puedes escapar y que es muy dificil olvidar. Mención especial para la BSO. La canción de Andy Grammer es una joya, el momento "Wait" es genial (qué forma tan original de pedir una cita a alguien) pero es que la escena casi final con el "Anchor" de Novo Amor de fondo es algo que sigo sin poder quitarme de la cabeza.

Espero que con estas líneas haya sido capaz de transmitir, aunque solo sea en un pequeño porcentaje, todo lo que "Five Feet Apart" me transmitió y me sigue transmitiendo a mi. Como apunte final decir que, eso de que una imagen (en este caso varias a lo largo de toda la película) vale más que mil palabras aquí cobra todo el sentido del mundo. Y por cierto, haciendo uso de una de mis frases favoritas, eso de iniciar y finalizar la película con aquello de "Contacto humano...." es la mejor muestra de que todo depende de las circunstancias, y que no todo es igual para todo el mundo, en todo momento. Ni yo tampoco.

La sensación después de ver prácticamente del tirón los 8 capítulos de esta buena serie es que uno se queda con ganas de más, de mucho más. Con un reparto estelar, liderado por una omnipresente Aura Garrido, y unos secundarios de lujo del nivel de Jean Reno, Pablo Molinero, Alex García, Gorka Otxoa, Ángela Molina y Tito Valverde, y una mecánica divertida a la par que entretenida y misteriosa, la nueva serie de los creadores de Gran Hotel o Las Chicas del Cable, entre otras cosas, es una delicia tanto visual como argumentalmente. Desde la intro hasta los créditos finales, la sensación que se me queda, como decía anteriormente, es la de ganas de mucho más (ojalá haya más temporadas). El dúo que conforman Aura Garrido y Jean Reno es un alarde de química y complicidad, al nivel de los míticos Holmes & Watson, y la ambientación de la Galicia de los años 40 es un plus que engrandece todavía más el resultado final.

No se trata de una serie innovadora por su trama argumental, pues al final se trata de una serie de investigación policíaca con ciertos matices, pero la mezcla de intriga, comedia y métodos científicos/de investigación poco comunes para la época en la que se desarrolla la aventura hacen de ella un buen entretenimiento que consigue mantener el misterio desde el capítulo incial hasta el final, jugando muy bien sus cartas a la hora de hacer dudar de todo y todos. Destaca por encima la grandísima Aura Garrido, protagonista principal y sobre la que recae una gran parte del mérito de que la serie funcione a la perfección, demostrando otra vez más que es una de las mejores actrices del panorama nacional. Tampoco puede pasar desapercibida la notable actuación de un protagonista asíduo como Jean Reno, pues una vez vista la serie no se me ocurre otro actor que pudiese representar de mejor forma el personaje de Héctor.

En resumen, serie totalmente recomendable, disfrutable, de relativa corta duración (los capítulos rondan los 40 minutos) y que te deja con ganas de más, razón por la que espero que sea renovada por, como mínimo, una segunda temporada, siempre y cuando el duo Garrido-Reno sea la base de la que puede ser la versión española definitiva de los archiconocidos personajes de Arthur Conan Doyle.