Si te gustan las series B esta es la tuya. Y si además eres un poco gore disfrutarás.
"¿Pero si la película está firmada por de Palma y protagonizada por Douglas? ¡Eso no puede ser!"
Pues sí, puede ser. Debió ser que Kirk Douglas iba mal de dinero y aceptó un papel complicado y gris en el que represanta a una mezcla de Chuk Norris con Mulder.
Brian De Palma por su parte debía de tener poco trabajo o ganas o imaginación o todo a la vez y firmó una cinta sin coherencia y sin un ápice de realismo. El guión por cierto puede tener sentido o no tenerlo, o incluso ni existir. Yo desde luego no lo encontré. Vislumbré un argumento tan rancio como incomprensible, en el que lo fantástico formaba una amalgama imposible con las historias de espías.
Es sin duda una cinta sin coherencia, gracia ni realismo.

Si esta película la hubiera realizado algún europeo habría sido sin duda una de las películas del año. Unos destacarían la valentía del tema, otros la pericia del realizador, otros comentarían algún aspecto de la dirección y finalmente la mayoría alabaría la interpretación del protagonista.
Pero como está hecha en Argentina y trata un tema escabroso (la reducción de costes en los servicios) pues...
Esta cinta está basada en un hecho real: LAPA, una aerolínea argentina, se encuentra en un proceso de reconversión y para afrontar la competencia reduce costes, lo que incluye el mantenimiento de los aviones. Un piloto, Piñeyro, denuncia constantemente estas situaciones, pero es primero silenciado y posteriormente apartado (mobing diríamos hoy). Y al final se cumple lo que predecía, que se estrella un avión. Aunque esto lo sabemos desde el primer momento, la obra discurre en dos tiempos paralelos que acaban cruzándose al final y que despierta intriga a la par que causa desazón. El accidente está narrado con elegancia, sin recrearse en lo cutre o morboso y en muchas ocasiones se recurre a material de archivo, real. Tan real es todo que el propio director, guionista y protagonista es a la vez el piloto de la vida real. Su papel convence mucho, muchísimo. Es sin duda un papelón. Su autointerpretación de piloto que sufre mobing por denunciar el pésimo estado de los aviones es magistral. Es un tipo huraño, pesadizo pero con tesón.
Y encima dirige él, lo cual lo hace de una forma muy correcta, destacando los planos que dedica a los aviones, en los que nos damos cuenta de que ha dedicado mucho tiempo de su vida a estos aparatos y por ello sabe captar la belleza de estas máquinas. Es una opera prima de la que obtiene una nota alta.
Destaco negativamente la intrahistoria de su infancia, que no convence pero tampoco aburre.
Una buena película, rozando el género documental, fresca y polémica.

Una película absolutamente intrascendente en la que Allen recupera todos los tópicos españoles, los mete en la batidora y sale esto: Guitarra española, sol, calor, exotismo, burguesía artística pedante, tríos... Una comedia floja, amarillenta y francamente mal doblada. Si te olvidas de todo esto quizás te rías más de la película que con la película.

Una crítica fácil es la que se hace de forma política y de la que no quiero participar. El que tenga dudas de como funciona una ETT o qué pasa con los currantes pues que se vaya a las ETTs o a los tajos.
Esta película hace protagonista a un antagonista, a un "malo" de la película. Esta "mala" es rubia, muy guapa y con un hijo y una de sus motivaciones es sacar a su hijo adelante. Y la pobre, pues hace lo que puede, que incluye explotar a trabajadores inmigrantes.
Al que no le guste, pues que no mire, pero son "extranjeros" los que construyen nuestras casas o los que tejen nuestras ropas (en algún país asiático remoto).
Esta película lo que hace es mostrar desde otro ángulo una realidad que nunca jamás es mostrada por el cine y lo hace de la manera difícil, desde el punto de vista del explotador, el cual es una persona normal y corriente. Es un poco como el cine de Almodovar, con personajes complejos, ni buenos ni malos.
Las críticas, mayoritariamente, son porque cuando vemos una película anticapitalista salta el pequeño empresario que tenemos dentro.
Es cierto que la película no es la más brillante, sin embargo no por ello deja de ser buena.

Generalmente las películas antibelicistas han optado por mostrar toda la porquería que representa la guerra enfocando a esta misma porquería. Pienso en Kubrick, por ejemplo.
Esta vez la guerra no aparece más que a brochazos, digamos que casi no aparece; como tampoco el petróleo (aunque las elecciones están todo el rato en TV).
La guerra aparece reflejada en la deshumanización de los veteranos de una manera muy inteligente.
Un muy buen guión, muy bien filmada. Una película bella, contundente y muy inteligente.