Scorsese dijo hace unos años atrás "Marvel no es cine, solo es una montaña rusa", a lo que Coppola lo apoyó e incluso fue más allá diciendo "que son despreciables" y ante estas críticas, más cineastas se han subido al carro contra Marvel: Ken Loach, Iñarritu, James Cameron, Ridley Scott, Paul Verhoeven, etc.
Yo reconozco que cuando salió Iron man salí flipando de las salas, pero reconozco que si vuelvo a ver esa peli, bajaría un par de puntos, siendo actualmente pocas las películas que realmente valen la pena de ese universo: Infinite war, Soldado de invierno y Guardianes de la galaxia (la primera, la segunda da asco). El resto varía entre lo entretenido pero olvidable a lo sinceramente lamentable, y ni mencionar las series, otra manera de sacar plata a los que aún están lobotomizados con el MCU.

Wakanda forever es... más de lo mismo obviamente, pero su defecto principal, es carecer de alma. El resto de películas, independiente de su calidad dependen bastante del carisma de sus protagonistas principales. La anterior Black panther quizás no era tan espectacular como la "crítica profesional" la quiso hacer ver en su momento, nominándola incluso a premios de la academia y dando la chapuza de "el primer superhéroe afroamericano" (Blade lee esto y se descojona de la risa), sin embargo, su personaje principal, interpretado por el tristemente fallecido Chadwick Boseman y su antagonista interpretado por Michael B Jordan (no confundir con el jugador de baloncesto), eran el alma conductora de la película anterior (y más que nada su antagonista, digno villano jamesbondiano) y la que uno flipase con su trama y escenas de acción, que no eran la gran cosa pero cumplían. La nueva versión del 2022 carece de ambos personajes y en cambio, tenemos una protagonista más que sosa (con todo el respeto a Letitia Wright, que realmente se esfuerza en hacer algo descente), un villano muchísimos peldaños abajo de Killmonger (y que alguien le diga a Tenoch Huerta que se deje de joder con el puto victimismo por favor), secundarios que no quedan en la memoria y escenas de pelea tan genéricas que uno ya ni se esfuerza en encontrarle los defectos.
En fin, otro producto para llegar y desechar apenas termina, haciendo tal como puse en el título, que don Scorsese tenga la razón.

Nunca he visto que tiene de especial el señorito Rian Johnson como director ni como guionista. Su Brick fue insufrible, su Looper tenía una idea interesante, pero un desarrollo algo flojo (es lo más rescatable de su filmografía) y ni hablar del peñazo que fue The last jedi, así que ya me esperaba un poco lo que iba a pasar aquí: no ha sido una puta mierda, pero sí lo suficiente para considerarla prescindible.

No me convenció esa mezcla entre una película de Agatha christie con algo de Sherlock holmes, si bien la unión de ambos elementos podría ser bastante interesante, la cagan añadiendo humor que, si bien funciona en un par de ocasiones, termina siendo bastante cansador al final.
Tampoco me convencieron los personajes: si bien hay 3 que funcionan (contando 4 el muerto), el resto simplemente están muy desaprovechados, lo cual no me cuaja, debido a que nos recalcan que todos tenían razones para cometer dicho crimen.
Y ni hablemos de ciertos mensajes políticos que posee la película, totalmente gratuitos y no vienen al caso. Si, ya sabemos que Rian johnson es de izquierda, que Trump es despreciable, pero basta por favor, ya cansan.
Por último, está lleno de trampas y tiene más agujeros que un queso. Vale, este último es algo personal, pero me quedaron muchas cosas dando vueltas.

En fin, tanto hype por una chorrada como esta ya me vale.
Y pensar además que ha sido nominada a un oscar de "Mejor guión"... yo no se lo daría ni de coña.

Hey chavales, quienes os identifiquéis como millennials, centennials y otros ennials ¿No sois capaces de digerir las películas de vaqueros? Os gusta sus trajes, sus paisajes ¿Pero no soportáis las costumbres arcaicas representadas en las viejitas películas del oeste? ¿Os parecen demasiado pasadas de moda, tanto el contenido como la forma? De hecho ¿No soportáis al sobrevalorado Clint eastwood ni al John wayne de los cojones, ambos par de fachas cuyo cine solo gusta a boomers con ideas machistas, racistas y homofóbicas?

Entonces, os presentamos The power of the dog. The power of the dog tiene todos los ingredientes por lo que a simple vista podéis identificar como western: sombreros, botas de vaquero y por supuesto, los paisajes, los hermosos paisajes llenos de campo. Pero eso sí, eliminamos las costumbres arcaicas para reemplazarlas por las que están de moda: deconstrucción de los personajes, cuestionamientos sobre sus actitudes, moralina contemporánea y por supuesto, mucha pero mucha discusión sobre la “masculinidad tóxica”. Esto, desde luego, promovido por su respectiva casa productora, Netflix, el streaming por excelencia que promueve estas ideologías.

The power of the dog tiene los elementos técnicos necesarios para que se le pueda considerar una buena película, si sois de esos que evalúan cine de manera casi robótica: dirección, fotografía, actuaciones, sonido, montaje, decorados, etc. Todo esto aderezado a un ritmo lento para que no se diga que no sabemos hacer cine.

Pero espere, hay más: The power of the dog cuenta con una suculenta nota de evaluación de 94% en Rottentomatoes, ese mismo sitio web donde otras películas del mismo tipo tienen jugosas notas de la crítica como Moonlight, Roma o Lady bird, eso le da el sello de calidad, para que le puedas rebatir a tu amigo el tipismiquis que de seguro te va a decir que la película no es nada del otro mundo.

The power of the dog, no la dejes de ver, en tu cuenta de Netflix más cercana.

Dogma 95 ¿Cine? Buen chiste, si fuera por eso, entonces mi sobrinito con su cámara sería el próximo John ford.
¿Actuaciones? Bjork, nunca he escuchado tu música, pero sea lo que sea, mejor dedícate a eso.
¿Guión? ¿Eso existe en esta "película"?
¿Dirección? El Lars Von Trier de los cojones se ríe mientras graba cualquier cosa con su cámara.
Y ni hablemos del como intenta arrancar lágrimas de cocodrilo de la manera más patética posible.
En fin, lo que algunos tenemos que tragarnos con esto del postmodernismo...

PD: Si tan pesimistas sois frente a la vida, podríais pegaros un tiro y así nos dejáis en paz al resto de los mortales que solo queremos vivir en paz.

Es raro que Clint eastwood falle en alguna película, en este caso, obviamente no lo hace, ya que tiene algo realmente interesante que contar, sobre todo algo que sucedió hace un par de décadas en Gringolandia.
Sin embargo, el mérito no es solo suyo, también del reparto en general: el gordito Paul Hauser te causa simpatía, Sam rockwell no hace que quieras golpear a su personaje, sino todo lo contrario, ahora sí lo apoyas, Olivia wilde consigue que la odies, al igual que a Jon hamm y Kathy bates te rompe por dentro (excelente interpretación en cierta escena que quienes ya vieron sabrán por qué), te hace sentir esa impotencia.
Y la historia también consigue atrapar, aún cuando no es original ¿Por qué digo esto? Películas en donde vemos a gente inocente acusada de algo que no hicieron ya han existido en bastantes ocasiones: Gone girl o Jagten son la prueba. Pero, yo en lo personal, prefiero ver este tipo de películas que, aun sin ser nuevas, sí tiene algo que contar.

Muy recomendable de ver, sobre todo en estos tiempos en los que se quieren cargar la presunción de inocencia.