Reconozco que tengo una debilidad por los malos de las películas, y no puede ser distinto con los de Star Wars. En Rogue One los malos principales son el almirante Orson Krennic (Ben Meldensohn) que como nuevo villano deja a la altura del betún al lamentable Kylo Ren de Episodio VII. Grande la recuperación de Gran Moff Tarkin, interpretado como en el Episodio IV por Peter Cushing (que falleció hace 22 años) ¡¡Grandes los efectos especiales!! Y me dejo para el final las cortas pero intensas apariciones del mejor villano de todos los tiempos... Lord Darth Vader. Tanto en el encuentro con Krennic, demostrando que controla todo y haciendo uso de su estrangulamiento a distancia como en las secuencias finales con el asalto a la nave capitana rebelde, de nuevo brilla en todo su esplendor. Que grande, Lord Vader, queremos un spin off tuyo también, (¡¡una "house of cards" galáctica!!)

Y de los buenos, muy bien los papeles y por supuesto los intérpretes. Es de mucho realismo que no podía haber final feliz para ellos, dado que era una misión suicida, lo sabemos desde el principio. Pero eso da grandeza a la película, pues agradeces esa sinceridad argumental y como se resalta esa fidelidad a los principios morales de cada uno de ellos que asumen su sacrificio en aras a beneficiar la supervivencia de la rebelión. ¡¡Bravo a los guionistas por ello!!

Capítulo especial también para el droide K-2SO, nos aporta ese punto de humor, genialidad y fidelidad (una especie de unidad de espíritus entre R2 y 3PO), que agiliza la película y da al personaje un relumbre particular.

También están muy bien hechos los cameos de R2 y 3PO así como el del senador Organa. Interesantes también los nuevos planetas, sobre todo el último, Scarif.

Si he de seleccionar un punto negro en la película, es lo parecido a Episodio VI "El Retorno del Jedi" que resulta la batalla estelar para cargarse el escudo del planeta Scarif donde se alojan los planos de la Estrella de la Muerte. Tanto la batalla galáctica como el tema del escudo son muy sugerentes del escudo de la luna de Endor que protegía a la 2ª Estrella de la Muerte en Episodio VI. Pero lo podemos pasar, la batalla estelar es muy divertida y la manera con la que se destruye el escudo es muy original.

Ah! Y muy lograda la voz de doblaje de Darth Vader. Siempre echaremos de menos la inigualable voz de Constantino Romero, pero Pedro Tena hace muy bien su papel y casi no se nota la diferencia.

Y no quiero terminar, hoy, tan solo 24 horas tras el triste fallecimiento de Carrie Fisher, que a todos los fans de Star Wars nos ha llenado de tristeza, felicitarme del maravilloso momento, que emociona intensamente, en el que aparece ella, nuestra Leia, para fusionar Rogue One con Episodio IV, y acabando con las palabras del título de la primera película "Una nueva esperanza". Se te echará de menos, Carrie/Leia. También con esta aparición nos sacamos la espina del indigno cameo que sufrió en Episodio VII.

En definitiva, una notable película que me ha hecho disfrutar como en los mejores momentos de películas anteriores de la saga. Solo cabe esperar que próximas películas intenten mantener la esencia que hace de Star Wars la epopeya galáctica definitiva de todos los tiempos.