No merece la pena. Está bien la ambientación en Louisiana y algún que otro detalle, pero la película en su conjunto es bastante pobre. Y en cuanto al tan comentado final, es verdad que es inesperado, pero no por eso mejor. Resulta absurdo y nada convincente. Si una película que pretende ser "de terror" te deja frío e indiferente como si miraras un nisperero un poco raro, es que no no ha conseguido su propósito y que no es una película que merezca la pena. Suspenso claro.

Una mezcolanza pretenciosa que no cuela. La idea no es mala, pero se hace muy pesada y nada creíble. No basta el blanco y negro y los ardides de la dirección para dotar a una película de una profundidad y una grandeza que aspira a tener, pero que no tiene. Aspira a ser una especie de el Golem (me refiero al libro de Meyrink, aunque no tengan mucho que ver) pero no lo consigue. No logra transmitir lo que supuestamente pretende, al menos a mí. Lo mejor es que no dura demasiado. Muy pesada.

Este corto kafkiano tuvo un impacto enorme e inolvidable en todos los que la vimos en los años 70. Surrealismo del bueno: ambiente de pesadilla, angustia, confusión, absurdo, extrañeza, miedo... Nadie de esa época la ha olvidado. De lo mejorcito que ha dado el cine español. Aunque creo que, salvo alguna rara excepción, las nuevas generaciones no la sabrán valorar igual y puede que les deje bastante indiferente. Por cierto, a mí no me parece "una alegoría del franquismo", y acabo de leer que el director también dijo mucho tiempo después que su intención no era esa. En cuanto a López Vázquez, mi actor español favorito, magistral.

Asco y una mueca de amargura es lo que me ha quedado después de ver esta película. Merece la pena verla. No es una comedia, es una sátira amarga de la sociedad norteamericana, donde se refleja la hipocresía, la falsedad, la estupidez, y también la complejidad, y la miseria de las personas y de las relaciones sociales, y esto ya no sólo se refiere a los norteamericanos, sino al ser humano en general. Amarga.

Comedia divertida para pasar un buen rato y reírte. Algunas situaciones cómicas y disparatadas típicas de Edwards. Tiene altibajos, pero en líneas generales es una buena película de humor que te arranca unas cuantas carcajadas. El final buenísimo. Merece la pena verla.