Parece que ver a Rusell Crowe encabezando el reparto de un film puede hacer replantearse verla, pero este no es el caso.
La peli está bien diseñada desde el punto de vista de la presentación de los personajes, donde se desarrolla la acción y lo que les mueve a hacer lo que hacen.
Encabezando el reparto encontramos a un Rusell Crowe interpretando, y no matando el rato como en otros films. Ben Affleck aquí sí sabiendo interpretar bastante bien su personaje de congresista y dándole credibilidad. Rachel McAdams en este film está un poco verde, ya que no parece estar a en sintonía con el resto del reparto del film. Además nos encontramos con grandes secundarios como Helen Mirren (como siempre haciendo de pequeños papeles grandes interpretaciones), Robin Wright Penn o Jeff Daniels que en esta ocasión nos ofrece un registro muy alejado del de las comedias por el que era conocido.
Sin duda alguna el film tiene la fuerza de las pelis de antes, aquellas en la que lo importante eran las palabras y los hechos que acaecían en ella, y eso hace que la historia en conjunto esté muy bien plasmada.

Las películas de Sam Mendes son quizás las más esperadas de la temporada. Por eso esperaba mucho de este film cuyo resultado final en mi opinión está muy por debajo de lo esperado.
La pareja protagonista es quizás lo más logrado ya que ambos no habían coincidido desde la "mítica" Titanic. Aquí volvemos a ver como si el tiempo no hubiera pasado donde las interpretaciones de ambos rayan un nivel muy alto, aunque yo apostaría más por la interpretación de Leo que le da quizás un toque más personal. No es que la de Winslet no sea perfecta, simplemente no está al nivel de su compañero. También es de destacar a Michael Shannon que con su papel logra arrancar alguna carcajada en este drama, en la que también participa Kathy Bates (siempre en un papel secundario pero muy bueno).
La película a veces parece no tener ritmo: es más puede llegar a aburrir en algunos tramos. El film es correcto pero en ningún caso llegará a los niveles de una peli con la que tiene muchas cosas en común como es American Beauty.

La idea de la película no es mala, empezando por los actores. Con la poco conocida en nuestro país Mandy Moore en el papel protagonista, acompañada por un clásico en la comedia como es Robin Williams y aquí es donde viene el problema principal. Lo que hubiera podido ser una comedia graciosa, se convierte en un film a mayor gloria de Robin Williams, con algunos chistes fuera de lugar, situaciones estrambóticas y desaguisaos varios en los que la pareja protagonista parece perder los papeles contínuamente. Mientras el Sr Williams y un niño monaguillo van haciendo sus gracietas y chistes de dudosa comicidad.
En fin, lo que hubiera podido ser un film correcto sin más, se convierte en una especie de batibullo, un sálvese quien pueda.

Yo debo ser uno de los pocos que cuando ve "Borat" lo último que tiene ganas es de reir, más bien de llorar. La idea es buena: una persona que ve la vida de los americanos y que emite para Kazajistán, algún chiste puede gustar, pero en la mayoria de casos no sabes qué hacer, si irte a dormir. Lo único que puede ser admirado por encima de todo es el papel de Sascha Baron Cohen. A parte de esto, la película es de apaga y vámonos.

Bienvenidos al maravilloso museo de Ben Stiller, en el que más que un museo, parece un auténtico circo: trapecistas, fieras, y gente muy rara. Un film a mayor gloria de Ben Stiller, en el que le acompaña su colega de trabajo Owen Wilson. Aquí el simpático de Ben Stiller encarna a un vigilante que ha de cuidar de un museo en que las cosas toman vida de noche, y allí es donde Stiller disfruta más que un niño con un juguete nuevo; también vale la pena destacar a dos grandes actores veteranos entre los secundarios como son Dick Van Dyke y Mickey Rooney. Para cerrar el reparto, Carla Gugino en un papel sin mucha gracia y Robin Williams siempre allí para lo que se necesite.
En definitiva, un entretenimiento bastante decente que gustará tanto a niños como a mayores.