A mi modo de ver, cualquier thriller que se precie tiene que tener dos elementos imprescindibles:

1-El control de la película lo tiene, siempre, el "malote". Será quién genera la tensión, la zozobra, los nervios, el desasosiego y en general todas las sensaciones que puede transmitir una cinta psicológica. El "malote" no titubea, no muestra debilidad y carece de cualquier atisbo ético o moral. En la otra esquina, los "buenos" se limitarán a ser simples comparsas que acompañan a la estrella e intentan truncar sus planes perversos.

2-El desenlace final debe sacudirte y determina en gran parte si una cinta pasa a ser recordada durante años u olvidada para siempre. Películas históricas como "Tesis", "Seven", "Saw" o "Sexto sentido" son cintas de culto porque, entre otros elementos, jugaron y manejaron al espectador hasta el último minuto y los finales son tan imprevisibles, alucinantes y sorprendentes que lograron calar en la gente que las visionó.

En "Bajo la rosa" la sensación que tengo tras verla es que podía haber sido una obra mayúscula y que por una serie de detalles -que comentaré luego- se viene abajo estrepitosamente. La cinta engancha y te mantiene en vilo durante muchos minutos pero unos giros en el guión consiguen relajarte y sacarte de ese ambiente tenso que esperamos en un thriller.

Algunas interpretaciones tampoco ayudan mucho. El hijo de la familia, Alex, no está a la altura, no transmite y el guión no le ayuda al ser el protagonista de esos giros que eliminan la tensión. Por el contrario, Ramiro Blas está muy convincente y en su papel de "malote" por momentos tiene el control de la película y de las emociones de la audiencia. Gelabert muy bien y Casablanc aprobado justo.

En definitiva y a pesar de todo una cinta muy digna y que vale la pena ver y disfrutar. Notable debut en la larga duración de Josué Ramos que consigue una gran película con un bajo presupuesto, aunque, como digo, no logra rematar y te deja con la amarga sensación de que pudo haber sido una gran obra.

A tenor de las críticas y las puntuaciones de esta película esperaba encontrarme ante una obra maestra que me conmovería y me dejaría aplatanado en mi asiento. Pero tras visualizarla no entiendo nada, no entiendo cómo se puede elevar a los altares una película justa en todos los sentidos. No entiendo que este film tenga una puntuación similar a la primera Saw, El Truco Final, Sexto Sentido, Tesis o tantas otras películas que jugaron y manosearon al espectador durante el desarrollo y supieron sacudirle hasta dejarlo grogui con desenlaces espectaculares.

Porque para mí no hay nada destacable Ni las interpretaciones, que son frías, de cartón piedra, en algunos casos forzadas. Ni mucho menos la trama que es anodina, sin alma y que avanza a través de giros y piruetas sin lógica alguna. Hay cierta tensión, sí, pero como en tantas y tantas películas del montón.

En fin, que tengo la sensación que esta película dirigida y protagonizada por otros artistas hubiera recibido críticas no tan benevolentes.

No soy taurino, más bien antitaurino. Pero de todo el mundo es sabido que cuando un toro tiene problemas físicos es devuelto al corral. Así hice con este bodrio, apagar la cinta cuando llevaba 2/3 de estupor en vena. Mirar el techo o completar sudokus del periódico eran tareas más enriquecedoras que agotar el tercio de película que me faltaba.

Y es que esta entrega de Alex de la Iglesia no hay por dónde cogerla. El intento de mezclar escenas de terror e intriga con otras muchas de humor (rancio y casposo) no consigue situarte ni en el ambiente tenso y sobrecogedor del primero ni el distendido y agradable del segundo.

Las interpretaciones son penosas; no convencen, no seducen, no implican ni transmiten. Junto al guión completan un bombardeo de escenas sin ton ni son. Una historia poco creíble, tramposa y forzada con calzador y vaselina para que guionista y director puedan salirse con la suya.

No me extenderé más en estos aspectos pues otros usuarios de esta página lo han hecho con más acierto. No obstante sí me gustaría aportar dos elementos más que sitúan esta película en el olimpo de la estupidez y la chabacanería:

1-Los creadores de este film compran y se comen con patatas todos los topicazos y arquetipos que la cultura judeocristiana nos ha vendido sobre las brujas para asustar a los niños y a los incautos: que comen niños y orejas, que preparan brebajes con ranas, caldos con extremidades humanas, que quieren tumbar nuestra civiización, que vuelan, caminan por el techo, tienen fuerza sobrehumana, etc.

No se puede frivolizar con unas mujeres que fueron perseguidas, torturadas y asesinadas salvajemente por la iglesia (en Zugarramurdi y en otras partes del mundo) por el simple hecho de querer alejarse de una doctrina impuesta y del poder establecido en su época. De esta manera, la película escapa de cualquier rigor histórico, se hace caca encima de la memoria de estas mujeres y presenta una historia en donde las víctimas son las malas y perversas que quieren joder a todo el mundo.

2-La película es clara y asquerosamente machista. Los hombres son las víctimas de la avaricia y la maldad femenina. Hasta tres hombres de la película (un atracador, el taxista y un policía) han sido víctimas de sus parejas. Pepón Nieto llega a decir "Tejen la tela de araña para que te sientas cómodo y luego te meten el veneno".

Por el contrario, las mujeres son presentadas, como no podía ser de otra manera, por las brujas de Zugarramurdi que cocinan niños y comen dedos. Diálogos de las brujas en la cinta invitan a exprimir a los hombres, a colocarse, a drogarse, a practicar todas las variantes del sexo habidas y por haber. En definitiva, a ser despiadadas, banales, malvadas y degeneradas.

Finalmente le pongo un 2 por algunos efectos especiales y por un par de muecas que hice que podríamos decir que fueron sonrisas.

Cuando vi que el presupuesto de la película era de 1600€ estuve a punto de parar la cinta. Nadie en su sano juicio puede creerse semejante falacia, a no ser que se recurra al altruismo y la solidaridad que después tanto se critica y machaca en el film en favor del ser egoísmo darwinista.

Aguanté 40 minutos antes de detener la cinta. Tengo que reconocer que no aguanté con la idea de un golpe de estado cibernético. Pero aparte la película no me transmitió ninguna emoción, tensión o sosiego. Es tramposa a más no poder. Salvo algunas interpretaciones y nada más.

Esta película ofrece una trama enrevesada que no ha sido plasmada con suficiente acierto en la cinta, seguramente por la complejidad del guion y una dirección titubeante en algunos momentos. La premisa es buena y sugerente pero le ha faltado precisión con el bisturí quirúrgico porque algunas piezas del rompecabezas están demasiado explicadas y otras encajadas con poco tesón.

Me ha dado la sensación también de que el desarrollo cronológico ha sido irregular, de tal manera que en algunos momentos la cinta iba lenta y penetrando en recovecos de escasa importancia, y en otros se pisaba el acelerador y se pasaba a toda velocidad por detalles que necesitaban ser mimados y matizados.

Aun así considero que la película cumple de sobra con su misión y consigue mantener la atención y la tensión. El thriller, el drama y la ciencia ficción confluyen sin desafinar. Entretiene y ofrece una historia de ciencia ficción cautivadora y poco habitual. No acierta al mostrar ciertas cartas demasiado pronto y al preocuparse innecesariamente en dejar un reguero de migas de pan para que el espectador las siga y no se pierda. Pero aun así no es predecible en toda su extensión y solo en los compases finales se despeja la "x".