Aunque bastante reacio al principio y no del todo convencido me decidí a ver esta cinta, y el resultado fue francamente estupendo, tal vez un poco enrevesada, la volví a visionar de nuevo para captar detalles que me había perdido confirmando plenamente mi primera impresión, bien narrada, correctamente ambientada, interpretaciones muy destacables y una historia que te engancha desde el primer fotograma, te envuelve, te señala un camino en el que te sumerges, y cuando llega ese giro inesperado, te entregas a él placentero y un poco asombrado. Scorsese te lleva al terreno que él quiere y uno no puede menos que agradecérselo.
He visto gran parte de la filmografía de Scorsese, con resultado desigual, desde las magníficas TAXI DRIVER , UNO DE LOS NUESTROS o LA ÚLTIMA TENTACIÓN DE CRISTO a las más fallidas como CASINO o GANGS OF NEW YORK. A veces me he sentido algo decepcionado con él, pero en general han sido más los momentos de goce, aquí he disfrutado mucho, tal vez porque mis expectativas eran menores, excesiva pero brillante, hipnotiza y fascina por igual, y desde luego lo que no deja es indiferente, creo que está a la altura de sus mejores obras.
Tengo que añadir que DiCaprio siempre me ha parecido un estupendo actor que además emana un atractivo natural, de esos que parece tener un pacto especial con las cámaras, si no lo es ya, sin duda será uno de los grandes, no sólo de esta época, sino de la historia del cine, ello ha contribuido también a que esta película me parezca aún mejor, pero no sólo él, también los demás, Ruffalo, Kingsley, Max von Sydow, y especialmente la bellísima Michelle Williams.

Nunca he sido dyliniano (ignoro si se puede utilizar ese término), nunca me interesó la figura de Dylan, al margen de “Blowin` in the wind” no creo recordar ninguna otra canción suya, y mucho menos su parte poética o literaria, un amigo mío si lo es, y mucho, es gracias a él que llegó a mis manos este documental. Me alegro de ello ya que a pesar de mi poca inicial predisposición y de mis nulos conocimientos del personaje, me ha encantado descubrirlo, aunque sea solo un poco, acercarme a su figura, a esa personalidad al parecer compleja e inconformista.
Es un repaso por los primeros años de Dylan hasta el momento en que sufre en accidente de moto después de la gira europea, solo tiene 25 años y ya es todo un icono, por lo que he visto en esta cinta la parte más atractiva del personaje es ese negarse a querer ser líder de nada, ni de nadie, el escribía la música que le salía de dentro, la que le apetecía, y eran los demás como ocurre tantísimas veces los que extraen lecturas imposibles e inverosímiles, intentan situarte, encuadrarte en algún sitio, en suma integrarte en algo, es como domesticarte, normalmente lo desconocido nos da miedo, nos desconcierta, si conseguimos catalogar algo o a alguien es como si lo tuviéramos controlado.
Este documental es un buen acercamiento al ídolo, aunque solo se refiere a una pequeña parte de su extensísima carrera, está construido al uso alternando los comentarios de él, de la gente que trabajó con él en aquella época, con preciosas melodías, con esas letras diferentes a lo que hasta entonces era costumbre. No se encontraba en esas letras ñoñerías o sentimentalismos de carácter comercial, era otra forma de ver las cosas. También hay imágenes de algunas entrevistas que son para troncharse, la cantidad de tonterías que se pueden preguntar, o las interpretaciones que los demás pueden sacar de la obra de un artista, el mismo ponía cara de ser el primer sorprendido y a veces su actitud era un tanto cínica o incorrecta. Supongo que es uno de los tributos de la fama.

AffelcK confirma en esta cinta lo que ya había demostrado en su primera película, un gran talento para contar historias, mantener un alto interés en el espectador, dar giros narrativos convincentes, divertir, y a la vez dejar un poso de cierta trascendencia, hace pensar e intenta ir un poco más allá del simple entretenimiento, queda como cierto mensaje, como una reflexión, si en “Adiós pequeña adiós” podría ser que no siempre el fin justifica los medios, aquí seria que debe haber una oportunidad para la redención, evidentemente lo que está mal, está mal, pero no siempre los que caminan por la senda equivocada son seres despreciables o irrecuperables.
Si tuviera que definirme creo que es un poco superior ”Gone Baby Gone” quizás por el tema que trataba, más comprometido y con mayor repercusión social y mediática, pero en The Town sin duda nos regala momentos esplendidos de buen cine que justifican sobradamente el hecho de acudir a la sala y pagar la entrada. Espero que este hombre siga dirigiendo de forma regular porque auguro más películas interesantes con las que sin duda nos deleitará.
He visto que las críticas en general alaban su buen trabajo de dirección, y no tanto su función cuando se pone delante de la cámara, no digo yo que sea mi actor preferido, pero vamos, yo en esta interpretación le veo correcto, sobrio y alejado de excesos, tampoco pido que le concedan el Oscar pero me parece que actúa de una forma muy aceptable, también el resto del reparto, muy creíbles y metidos en sus papeles.
Me he divertido con estas dos horas de cine en la que se alterna acción y drama, y en la que los protagonistas asumen diferentes roles, algunos sucumben a su irremediable destino y otros en una rebelión quizás sin posibilidades, intentan cambiarlo.

Seguramente una constelación de estrellas no garantiza una gran película, ni muchos dólares juntos tampoco, aquí la aparición de algunas de esas estrellas es meramente testimonial. Henry Fonda, Mel Ferrer, Robert Ryan, Sean Connery apenas salen en pantalla, tampoco lo hace mucho Richard Burton, pero al menos a éste le cabe el honor de poner el epílogo, por cierto de una manera muy digna. Dos auténticos monstruos como Robert Mitchum y sobre todo el gran John Wayne sí que tienen bastante más presencia, lo cual a mí que me declaro incondicional de ellos, me complace, pero bueno esto es normal en una cinta donde son tantos los famosos, por fuerza han de ser cortas sus apariciones.
No me ha parecido una película enorme, pero sí una buena película, se nota evidentemente el presupuesto y tanto la fotografía como los efectos especiales son magníficos, el guión firmado entre otros por el autor de la novela me parece minucioso y consigue que captemos la magnitud de la operación y la importancia histórica de lo que se estaba viviendo, echo quizás en falta alguna secuencia más cercana desde el punto de vista intimista, que suele dar una pincelada más dramática a la situación, pero bueno imagino que no era este el objetivo, tal vez correcto ya que estas escenas se vuelven a menudo cursis y sensibleras.
Como siempre que se cuenta un hecho histórico me declaro incapaz de juzgar si se ajusta o no a la realidad, pero en cualquier caso no podemos olvidar que es una producción americana, es decir de los vencedores, aunque hay que valorar que gran parte de la cinta está contada con los protagonistas alemanes, no digo que esto sea garantía de nada, pero sí como mínimo de dar distintos puntos de vista. Además según he leído algunos militares profesionales, tanto aliados como alemanes fueros asesores de esta producción, ello sin duda le añade imparcialidad y veracidad al relato.

Eiko es prácticamente una adolescente que vive atrapada entre un tío tirano y un padre ausente, ella desde su inexperiencia e ingenuidad solo atisba una salida a su vida, convertirse en geisha, para ello pide ayuda a Miyoharu y promete toda clase de sacrificios. Magnifica reflexión del gran Mizoguchi sobre la dificultad de cambiar las cosas en ciertos mundos, la rebelión es casi una utopía, el que se atreve lo paga y la propia subsistencia le obliga a volver al redil y acatar las normas.
Para alguien occidental es cuando menos curioso el mundo de las geishas, esa mezcla entre señoritas de compañía elegantes y refinadas, con ese otro componente que le atribuimos quizás un tanto injustamente de prostitutas de lujo, solo aptas para cierto poder adquisitivo, no es fácil entenderlo o captarlo en toda su esencia. Aquí se nos narra una historia dura que parece describir bien ese mundo, pero también se nos dice como la inocencia puede acabar de pronto y de forma muy brusca, y como la amistad puede obligarnos a pagar enormes peajes. Relata ese universo para hombres en el que algunas mujeres llegan a detentar mucho poder, pero donde el romanticismo para nada existe porque el que manda de forma descarada es el dinero.
En un Japón que salía de la guerra parecen intuirse ciertos aires de cambio, algún soplo fresco de nuevas ideas, de mover lo que durante siglos había sido invariable, pero su desolador y magnifico final nos dicen que esos cambios no van a ser sencillos y que, de producirse, se harán poco a poco y en el camino algunos pagaran por ello un alto precio.
Viendo esta película he notado la esencia del gran cine, que transmite y emociona, historias sencillas, contadas de manera sencilla, no es necesario irse por las ramas ni buscar lo que no existe, a menudo lo que tenemos delante de nosotros y que no somas capaces de ver es lo más placentero.