Cuando vi esta película una de estas mañanas tontas de gripe que ni puedes ir a trabajar ni hacer nada por sentirte útil, tuve la impresión de que algo de aquellos cuentacuentos seguía presente en este mundo donde el dibujo ha perdido a pasos agigantados la capacidad de conmover, maravillar y enseñar algo a quien lo observa.

Y es que Miyazaki tiene ese algo que hace tiempo perdió Disney, y que necesita buscar en las dos mayores factorías de sueños que siguen funcionando con el engranaje bien engrasado: Ghibli Studios (del ya nombrado Hayao Miyazaki) y Pixar Studios.

Me dedicare solo a la película que nos atañe, pero es difícil en extremo hablar de una sola obra de este director, ya que todas sus cintas cuentan con un sello personal e intransferible que hará que puedas ver su filmografía entera sin pestañear.

El viaje de chihiro no es una película pretenciosa, de ahi su título, no pretende nada, es lo que es, un viaje con una Alicia particular a un país detras del espejo más peculiar aún, no sobra ni falta nada, cualquier persona sin prejuicios hacia el cine infantil que se siente a ver este film apreciará por igual: cuidados personajes, una trama que se deshace lentamente ante los ojos del espectador, un dibujo encantador y característico y una nueva forma de ver un clásico.

Esta cargada de simbolismo y filosofía para el que la quiera buscar como todas las películas de Hayao Miyazaki, para quien no si quedando un peliculón como la copa de un pino.

Aun siendo de dibujos animados la película logra momentos que mas quisieran muchas de carne y hueso.

Interesante experiencia visual la que presenta Casshern, al igual que Sky Captain puede que algun día se la llame pionera pero mientras, sólo es una cinta semientretenida que en diversos momentos nos hace sentir que vemos un filme que funciona, otras veces que es un musical de David Bowie o Madonna, otras los Power Rangers, es un experimento por supuesto, pero en el cine un experimento ha de entretener como mínimo a la gente.

Buen intento pero la forma de ser narrada a veces es confusa, el ritmo es alterno y los acontecimientos se atropellan entorpeciendo la visión del espectador.

Las interpretaciones se suceden subrepticiamente, ninguno destaca por su brillantez y a otros
es mejor la decision de taparles la cara de vez en cuando que de elegirlos para los papeles.

La fotografia rebosa orgullo en la visión del director pero adolece de técnica suficiente como para sustentar dicha pretensión.

Despues de soportar los vehementes discursillos heredados de que si Kevin Smith está en regresión que si Clerks, que si la película no da miedo, me he decidido a escribir una crítica sobre lo que realmente va a ver, a nadie que quiera pagar una entrada de cine le interesa lo que le puedan decir sobre la vida y milagro de esta director y mucho menos la discusión acerca de en que cajón clasificar el film.

Red state a priori me pareció un poco carente de fuego en la idea así que me decidí a verla por las alabanzas del festival de sitges recogidas entre el público.

Historia: De la más anodina nada, Smith nos pica a interesarnos en una historia a priori, parca. Y vaya si lo consigue por "Dios" que sí. Yo no quería pero la trama me interesó tanto por sus connotaciones filosóficas - teológicas plasmadas de manera magistral en los discursos del predicador como por las mismas políticas y sociales por parte del detective.

Personajes: Ningún personaje de esta película es plano recurriéndose a recursos como la dicotomía padre-psicópata, defensor de la ley con una historia que ocultar, el chaval chulo pero que entra fácilmente en estado de shock, la madre bipolar que sigue al satán de su padre ciegamente, la hija que sólo mira por los niños, el sheriff más preocupado de las connotaciones laborales de sus actos y un largo etc...

Acción: Persecuciones trepidantes tiroteos rayano en lo Michael Mann, suspense crueldad y otro largo etc...

Lo negativo para mis compañeros, que smith se sabe desencasillar (no como tarantino) de el que era su sello hasta ahora, largas conversaciones de pedos y culos ingeniosamente diseñadas. Y que además ha encontrado una nueva forma de hablar de algo muy tocado en sus películas como es la homosexualidad en un registro hasta ahora desconocido en él.

Esta película en su momento tuvo su proyecto acorde, grandes ideas a la hora del café en Tokio, se firmaría como superproducción. No obstante y el tiempo dejó ver como sería Planzet, 54 minutos de 3D e infografía resultona en planos estáticos (texturas sombras y demás), en movimientos, digamos que consiguen que en una peli de acción odiemos cuando algo se mueve. El argumento pos como toda peli anime que se precie, 30 minutos de gilipolleces sobre ¿debo o no amarme a mismo por ser el que no era amado? Y 17 de pelea contra la megainvasión extraterrestre que te cagas compuesta basicamente por una bolsa de lacasitos tamaño XXL que se defiende tirando lacasitos. Vamos, muerte por obstrucción intestinal de megalacasitos a nivel rectal.

El primer operario se encarga de colocar al mono y desastroso protagonista.

El segundo coloca a la guapa pretendiente aunque un poco desastrosa.

El tercero coloca al amigo gracioso pero a todas luces un cerdo.

El cuarto coloca un sofá.

El quinto un decorado de bar/cafetería/restaurante.

Y lo de menos que es el título y tenemos una sitcom como Frasier, Seinfeld, friends. La cosa es que me gustan estas series pero mad love, ha colmado mi limite de la reiteración de lo que puedo ver. Ya no estoy dispuesto a ver como Jimbo corta con la novia de Ted Mosby, ni como el compañero del cazador de almas de The reaper se da cuenta poco a poco de que se enamora de la inteligente y poco atractiva amiga de la primera, etc... etc... etc...