Para empezar, si le he puesto un 9 es porque es una de esas series entrañabales y entretenidas, incluso a veces cómicas, que te marcan la infancia. Empezaré hablando de las cosas malas para que luego las buenas parezcan mejores: siempre se repite el mismo esquema: a Nobita le pasa algo malo (los abusones le pegan, suspende o el maestro le regaña); Doraemon le da un aparato para ayudarle, Nobita hace con él lo que no debe y por eso, al final se vuelve en su contra, además el rol de los personajes no es nada original: está el niño torpe, el abusón, el pijo que se pavonea y la niña cursi con voz de pito de la que todos están enamorados. Puede parecer poco educativa por lo mal estudiante que es Nobita y lo abusones que son Gigante y Suneo, que siempre se meten con el más débil, pero seamos sinceros, ¿quién no se aburre estudiando alguna vez?, ¿quién no se siente identificado con Nobita en algún momento?, ¿quién no prefiere dormir o leer cómics antes que estudiar?, yo lo prefiero ¡y eso que no leo cómics!. En fin, creo que Nobita representa esa debilidad humana que es la pereza, y nuestro derecho a no ser perfectos, porque nadie lo es, todo lo contrario a lo que representa Shizuka, que es tan buena en todo que resulta poco creíble y repelente. Otra cosa mala es que resulta inverosímil que los inventos de Doraemon sean del siglo XXII puesto que son mágicos, pero a todos nos gustaría tener un compañero fiel que sacase de su bolsillo la solución a nuestros problemas, es decir, es un personaje que nos hace soñar. Esa es una cosa buena, y la otra cosa buena es que, como en casi todo anime, hay moralejas, por ejemplo, Nobita siempre es castigado por vengarse usando los aparatos de Doraemon y siempre saca ceros y es castigado y regañado por no estudiar, y en algunos capítulos Doraemon se dirige directamente a los niños para decirles cosas como "si tenéis caries, id al dentista". En resumen, a pesar de ser un poco predecible, los inventos del gato cósmico son muy originales, y eso hace que las aventuras que se derivan de ellos sean entretenidas, así que esta serie consigue hacernos pasar un buen rato con un personaje entrañable como eje central de la historia, y con los valores morales propias de casi todo anime.

Una serie muy divertida para pequeños y grandes, surrealista, como toda serie de dibujos (ahí está todo su encanto), con personajes simpáticos y carismáticos y buenos números musicales.
Es una serie con mucha imaginación y creatividad.
Para mí, el mejor es Phineas: creativo, inteligente y alegre, y la peor, Candace: gritona e histérica (si yo fuera ella estaría encantada de tener dos hermanitos como Phineas y Ferb).
Solo cambiaría las voces de pito de Isabella y Baljeet, por lo demás: es la única serie de Disney Channel adecuada para pasar un buen rato sin ver la típica americanada absurda, y para aquellos adolescentes que se creen tan adultos y que crean que los dibujos son para niños, que prueben a ver Phineas y Ferb, a ver si cambian de opinión.

Al igual que la serie, esta peli es una mezcla de música, comedia y aventuras que surgen a través de alguno de esos inventos tan creativos que favorecen la imaginación.
En esta peli se muestra la más peligrosa y emocionante aventura de los protagonistas, así que, todo aquel que quiera pasar un buen rato en familia o con amigos, que vea esta pelícua y que se dé cuenta de que los dibujos animados pueden ser tanto para niños como para no tan niños.
(Incluso también tiene momentos tiernos).

Esta serie cumple con el objetivo de toda serie: entretener al público. Tiene una interesante mezcla de aventuras, misterio, drama, e incluso a veces humor, gracias a Sátur, el fiel escudero de Águila Roja. Este personaje es un gran héroe porque, además de defeneder a los fesfavorecidos y tener un capacidad de lucha extraordinaria, tiene que combinar su vida de "héroe del pueblo" con la de maestro de la villa y padre de un hijo que le da más de un disgusto, y o, problema. En su faceta de maestro y padre, se llama Gonzalo, un hombre muy culto y razonable, al contrario que el resto de personajes, y también generoso, que no duda en ofrecer su ayuda a cualquiera, que sea muy cabezota y torpe con las mujeres es irrelevante.
En cuanto al misterio, a veces parece un culebrón por la cantidad de hijos bastardos que van saliendo poco a poco, pero parece lo normal en aquella época, por lo demás, el guión es bueno y los actores también, salvo Mónica Cruz

Al principio era una comedia bastante entretenida y divertida, pero desde la muerte de Lucía se convirtión en una TELENOVELA infumable, o sea que para votar esta serie habría que separar el principio del final: al principio le daría un 8 porque me parecían bastante buenas las situaciones cómicas que se desarrollaban alrededor de Santi, Fiti y Diego (los otros sobraban, sobre todo Marcos y la otra que parecían los protagonistas de un culebrón), y al final le daría un 0, porque desde la muerte de Lucía todo se complica como en un culebrón y claro, en vez, de terminarlo, buscaron una solución: "volver al principio"(spoiler). En ese culebrón el humor se pierde por completo y todo se convierte en un drama que Diego soluciona de la forma más cobarde(spoiler).