Con guión de Roald Dahl, la japoaventura de nuestro querido agente, resulta uno de los títulos más entretenidos de la etapa Connery.

Baby es un cuento hermoso y oscuro, quizás el mismo cuento de caballeros, ogros y princesas que Juanma Bajo Ulloa contaba en abismo en su mediometraje El Reino de Victor, rozaba levemente en Alas de Mariposa, y adaptaba, con unos giros que huían de todo maniqueísmo, tanto en La Madre Muerta como en la poco vista Frágil. Aquí el cuento va de quererse a uno mismo para poder querer a los demás, aunque en otras de sus versiones puede ir de esa y otras muchas cosas. Actuaciones, fotografía, música, escenografía casi perfectas. Naturaleza rodada con mimo, para crear contrapuntos y paralelismos, para rimar como un poema. Una historia universal con los mejores diálogos de la historia del cine: los que no necesitan palabras. Vuelve el Bajo Ulloa oscuramente lírico, y espero que pueda desarrollar nuevos proyectos en esta línea o en otras y reciba el reconocimiento que merece por este y por el conjunto de su carrera.

Excelente duelo interpretativo entre el Doctor Lecter (referencia casi descarada diría yo) y Ryan Gosling (tiene demasiado tiempo cara de panoli, pero me parece un grandísimo actor tras ver Half Nelson), rodeados de buenos secundarios. Diálogos buenos, sorpresillas, intrigas. Quizás un thriller de los de "una y no más, santo tomás", no como Psicosis que se disfruta sabiéndosela de memoria. Recomendable para un buen rato sin más, quizás para alquilar el DVD o si hay sequía en la cartelera, que ha sido el caso esta semana en el cine al que voy por estos lares.
Veredicto: 6

El Viaje de Chihiro (Sen to Chihiro no Kamikakushi es una obra maestra indiscutible. Es un film que me recuerda fundamentalmente a Totoro, a Alicia en el País de las Maravillas y en su elemento sanador y algunos detalles, a la segunda mitad de La Historia Interminable de Michael Ende. La película es un prodigio de imaginación y la animación es excelente, aunque para mi gusto, hay demasiada ayuda CGI en algunas escenas. Es endiabladamente divertida, está plagada de secundarios inolvidables, en forma y carácter y encierra un mensaje de superación, esfuerzo y solidaridad muy positivo.

No es que sea el no va más. Pero a veces hace falta que se haga por estos lares un cine comercial con alma, algo medianamente sencillo, sin pretensiones, pero de calidad. Y El Orfanato lo es. Bebe de muchos films anterores, nacionales (Chicho!!!) y extranjeros, pero consigue dar dos horas de entretenimiento al espectador, sin perder la clase, cayendo en todos los tópicos del cine de terror pero con elegancia, beneficiándose de la confirmación de una gran actriz, y encima, en paisajes asturianos. En fin, véanla, que no es nada del otro mundo (bueno, sí), pero es cine con mayúsculas, entretenimiento con clase.