A pesar de que nadie se pueda creer que es nipón cuando lo disfrazan y caracterizan, a pesar de meter artes marciales sin venir a cuento y estar basada en unas premisas argumentales (secuestro de cápsulas espaciales) un tanto risibles, es uno de los títulos más recordados y homenajeados.

Sólo se Vive Dos Veces nos muestra por fin el rostro del malo icónico por excelencia, el amigo de los gatos Ernst Stavro Blofeld, encarnado aquí por Donald Pleasance (el terror de Michael Myers cada 31 de Octubre), parodiado en los últimos años hasta la saciedad... ¡por otro Mike Myers! La base secreta bajo el volcán es la madre de la base de Los Increíbles, y el ataque final ha sido plagiado u homenajeado decenas de veces.

Lo más simpático: Little Nellie, versátil autogiro desmontable...