Desde el punto de vista del entretenimiento, nos encontramos ante la peor de la saga hasta el momento. Incluso la tercera versión surrealista del personaje de Schwarzenagger tiene un ritmo mucho más frenético que ésta, y además sabe a lo que va (a vender acción).

Otro tema es que aquí se recupere el interés apocalíptico de la trama, que se recupera, pero es casi lo único salvable de un film en el que Christian Bale es un todopoderoso ser que mece la cuna detrás del trono, y en el que el resto se dedican a lamerle sus partes un momento detrás de otro.

En resumen, se trabaja el argumento, ya que la película se sitúa en una época intermedia entre la primera y la segunda (con respecto a la acción, que sucede en 2018 pero cuando todavía no han mandado al segundo Terminator) y de allí se sacan una trama que no es débil (salvo por el desenlace). Y la acción no es todo lo trepidante que podría que salva lo necesario para no aburrir.

Se deja ver.

La imagen, la ambientación y el maquillaje son espectaculares, brutalmente buenos. El film tiene una fotografía deliciosa.

Aparte de esto, que es una obviedad, la película no es de las grandes del innovador David Fincher. En mi humilde opinión, tanto Seven, como Fight Club, como Zodiac, son mejores en líneas generales.
Esta película adolece terriblemente de falta de ritmo, suceden multitud de cosas, se cambia constantemente de escenario y de personajes y ni con esas puede enganchar al espectador.

En general, viene a ser el paradigma del exceso de presupuesto, que lleva al director a descuidar el contenido. El mensaje es demasiado simple, "todos somos iguales por dentro"... bueno sí, pero ¿y qué?

Película floja, con muchas caras conocidas pero que no merece sus precuelas pictóricas.
La caracterización de los personajes es lamentable, tan solo Gottfried John (César) se salva de la quema. El resto en nada se asemejan a las viñedas de Uderzo (y desde luego no te imaginas sus voces en la mente de Goscinny).
Depardieu mal. Clavier es solo la mitad del duo de humor de “los Visitantes”, y no funciona sin la otra mitad. Y Roberto Benigni en su línea (la de payaso).

Por su parte, los efectos son tristes, como poco.
En fin, que lo único que no irrita del film es su humor absurdo (muy parecido al de los comics).

Halle Berry tiene un afán de protagonismo que es capaz de fastidiar cualquier involucración en un film. Dio problemas en X-Men y los ha dado en las adaptaciones de Ian Fleming.
Su papel es el de chica Bond, pero literalmente Mrs. Bond. Dispara, lucha, liga, bebe,…

Cinta muy del estilo de Pierce Brosnan, quizás más machista que las anteriores pero igual de efectista. Digna de ver para los amantes del género.
La aparición de Michael Madsen da un toque estadounidense a una saga que se hundía.

Film muy logrado, que busca entremezclar la emergente psiquiatría con la clásica espiritualidad. Max Von Sydow sale justo lo necesario, y lo hace -como siempre- muy bien.
Excelente calidad visual y de sonido para un film con un argumento que no tiene porqué ser de interés general, pero que resuelve sus alternativas con frescura (y más para la época).

Con el paso de los años, pierde espectacularidad, pero mantiene el interés y el climax.