Con el aliciente de habernos presentado a sus protagonistas en varias películas, la traca final es esta cinta que actualiza una antigua de bajo presupuesto. Lo mejor sin duda son las escenas de batallas, hechas para el disfrute del público con los titanes. Por lo demás es una propuesta que convencerá menos a los que no hayan seguido esta saga que ofrece un destino muy diferente a estos monstruos en comparación con las películas clásicas incluyendo al King Kong de Peter Jackson (2005).

Entre otras cosas, la película en su base apunta al origen de los monstruos e implica una vuelta de tuerca más al cine sobre el centro de la tierra y los mitos sobre la tierra hueca, si bien ya hacía un tiempo que no se volvía a explorar.

Volvemos a contar en el reparto con Milly Bobby Brown, ya presente en Godzilla 2, pero su papel es más modesto que en aquélla. Y es que los personajes prácticamente ejercen como fondo de los monstruos y hacen su seguimiento, ya que obviamente no son los protagonistas.

Tercera parte del Spiderman de los Vengadores que a mi juicio no decepciona y especialmente a los que han visto todas las películas de Spiderman del siglo XXI. De hecho, esta película puede entenderse como un homenaje al personaje cinematográfico. Si te ha gustado lo que has visto hasta ahora, es imposible que no te guste la presente. He leído algunas críticas demoledoras quejándose de la puntuación dada a la obra, algo muy respetable pero supongo que tampoco les habrán gustado las anteriores porque en aspectos técnicos, visuales, de entretenimiento, de acción y de guion no es para nada inferior.

La película tiene dos partes bien diferenciadas, una de una hora y media y otra de una hora. En esa primera, bastante más larga, se plantea el argumento y existe una mayor intervención de Dr. Strange, dejando después espacio para el disfrute fan-service. Yo lo desconocía, es lo que tiene no leer la lista completa del reparto de la película. Esa es sin duda la parte que más se disfruta, que por ella merece la pena la espera y que tampoco se hace tan larga. Lo que sí que choca es la inmadurez del protagonista, que si bien ha sido una de sus señas de identidad, después de todo lo vivido era para que sentase un poco la cabeza.

Aparte del mencionado FS, la película aporta el mensaje de que no hay que obsesionarse tanto con el pasado y qué hubiésemos cambiado de nuestra vida. Nuestro presente es una suma de todo y no merece la pena culparse por ello.

Una secuela un poco tardía pero nada desaprovechada. Tras un primer guión que causó las iras de Murray y un muy decepcionante remake con protagonistas femeninas, llega esta obra que constituye un bonito homenaje a Harold Ramis, el cazafantasma que falleció hace algunos años. En la película, su personaje ha muerto y algunos de sus nietos serán los que lleven las riendas de la aventura.

La mencionada aventura viene a ser un mix de los Goonies con Stranger things. De hecho ya contamos con un actor de esta última serie. Tanto el grupo de niños como los adultos consiguen enganchar al nuevo público con una atmósfera que ya no es de comedia sino de ciencia ficción, con atractivos efectos especiales.

También hay muchos guiños a los nostálgicos, pues volvemos a ver a los actores vivos de las primeras películas a pesar de que se echa de menos a un Rick Moranis que hace tiempo que no quiere saber nada del cine. Incluso los fantasmas más recordados vuelven a liarla parda y hacen sin duda las delicias de los mayores.

La película es muy respetuosa con Ramis y de hecho se le reservan escenas muy bonitas. También algo en post créditos.

Una exitosa comedia absurda que se permite el lujo de contar con un grande como Leslie Nielsen como secundario sin que por eso se resienta su aportación. Los escenarios son escasos, pero suficientes para garantizar un ambiente humorístico permanente y con gags incluso de fondo. Y estos últimos sin duda encantan al público y han influido en posteriores parodias con superior presupuesto.

Los personajes de la tripulación nos van ofreciendo escenas surrealistas y divertidas como pequeños complementos a la problemática situación. Ahora bien, existen otros gags con repetición como los flashbacks del protagonista que en definitiva garantizan que el espectador no deje de reír.

Un auténtico paso en falso esta secuela de la exitosa WW y por varios motivos. Algunos de los que considero más importantes son los siguiente:

Primero, a nivel de contexto da igual que sean los años ochenta. Podrían haber sido los noventa. E incluso el año 2000. No existe ni un sólo homenaje a esa década. Ni banda sonora ni nada.

Segundo, pese a contar con una actriz ya carismática para el público, le das un guion sobre una piedra de los deseos que parece más de Harry Potter o Indiana Jones que de DC Superhéroes. En ese guion prima la moralina que trae sacrificar lo que tienes por desear más, pero reduciendo la acción a la mínima expresión.

Tercero, traes de vuelta al novio de la película anterior para que ayude a WW a investigar el caso, porque toda una diosa de las amazonas queda relegada ahora a una especie de policía detective.

Cuarto, como intento de antagonista femenina pones a una amiga envidiosa cuyo enfrentamiento particular no sólo se queda con escaso desarrollo, sino que además el escaso combate físico es anodino.

Ver sonreír a Gal Gadot acelera el corazón, pero no es suficiente impacto para disfrutar de una película que si se ha estrellado en crítica no es casualidad.