La película empieza y termina con unas panorámicas de la ciudad nada habituales en el cine de Ozu. Con el tiempo, sustituiría estas panorámicas por planos fijos de una ciudad, que pertenece a sus personajes. “Días de juventud” es, de las primeras películas del director, una de las pocas cuyo metraje está integro. Aunque en casi todos los rincones del planeta, en la ficha de esta película ponga 60 minutos de metraje, lo cierto es que gracias a restauraciones, la versión completa de 103 minutos es muy fácil encontrarla.

La comedia de Ozu está desfasada. Su humor caduco, rara vez es ingenioso. El inicio es lo mejor de la película. En pocos minutos Ozu expone el argumento sin casi cambiar de plano, pero en el momento en que la cámara sale a la calle con los estudiantes, la película comienza a perder enteros. Toda la parte de la película que trascurre en la nieve me parece tremendamente floja, debido a que no le encuentro gracia a la guerra que los dos estudiantes emprenden por el amor de una mujer.

De nuevo remonta en su final, en la misma habitación del principio, dando ya avisos, de dónde iba a encontrarse cómodo el señor Yasujiro Ozu.