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España España · Madrid, Jaca
Voto de jaly:
8
Romance. Drama Postrada en su lecho de muerte, Ann Lord no puede ocultar por más tiempo sus sentimientos. Confiesa entonces a sus hijas Constance y Nina que cuando era joven estuvo enamorada de Harris Arden y que su último deseo es volver a ver al hombre que amó en secreto durante toda su vida. (FILMAFFINITY)
9 de enero de 2009
15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bello melodrama al que muchos atacarán por su sencilla factura y sus claras intenciones, pero al que hay que apreciar sus indudables virtudes. Está claro que la historia de El atardecer es previsible, y los conflictos a los que se enfrentan sus protagonistas ya los hemos visto en otras películas. Pero la sensibilidad (que no sensiblería) y el respeto con el que su director y sus guinistas tratan a sus personajes es digno de elogio. El guión describe pleno de detalles las relaciones humanas entre padres, hijos, hermanos y amores; y como los hechos más inesperados marcan el alma de las personas de por vida.

Asistimos a la narración a dos tiempos de una mujer anciana, en su lecho de muerte, a la que empiezan a asaltar los fantasmas del pasado a la par que debe dejar bien atado el futuro, la relación entre sus dos opuestas hijas, y ese pasado representado en un solo fin de semana, en el que los lazos entre su grupo de amigos llegan a una catársis por los secretos no confesados, las afinidades inesperadas y los proyectos de futuro.

Como en Las Horas (esa rotunda obra maestra), Michael Cunningham siembra las relaciones entre sus personajes a base de pequeños detalles, que un buen actor ha de resolver, más aún si al ser un reparto tan extenso se disponen de pocos minutos en pantalla para mostrar a esos personajes. Y de nuevo la elección del reparto resulta crucial a la hora de valorar el resultado final de la cinta. En este caso, uno de los más espectaculares elencos que se recuerda realiza un trabajo ímprobo de interpretación, al hilar los dos tiempos con sus interpretaciones y al hacer partícipe al espectador de la sensibilidad de la historia. Dannes con sus dos hijas cocinando y bajo la lluvia, Collette y Richardson en su discursión sobre la felicidad, Close recibiendo una gran noticia, Wilson en su presentación en el velero, Atkins como ángel de la muerte, Gummer y Dancy (la escena de la nota es un torrente de dolor casi inaguantable, pero prodigiosa) como los grandes descubrimientos de El Atardecer, alumbrando a dos complejos personajes de una humanidad real, poniendo toda su fuerza en esos matices para crear dos personajes inolvidables, dos actores con un brillante futuro, y, si, Streep como la guinda del pastel, en una de las más bellas escenas de la cinta, y reflejo de lo que es una amistad real, inndeme al paso del tiempo y al paso de la muerte, centro neurálgico de la película.

En que nos convierte el paso de los años y que pasa con el amor que hemos dado a las personas que nos han hecho tal cual somos en vida. Y mientras, el sol se apaga...
jaly
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