Así definía Stephen King el concepto de “deja vú”, quien también decía que el infierno es la repetición. En el caso de Triangle estamos ante una película que da gusto ver por estar rodada de manera inteligente, lo que requiere un mayor grado de concentración a la hora de verla, con respecto a otras películas de suspense más simples. Es de esas cintas que tanto me gustan por necesitar varios visionados para poder entenderla al completo, y donde los detalles están correctamente hilvanados y conexionados. Se supone que ésta es una producción de serie B, pero yo diría que B de buena, porque supera con creces a otras cintas de terror a las que se les da bombo y platillo, con escenas impactantes por lo que suponen para el desarrollo de la trama y giros argumentales que no te esperas. Cada vez que parece que la película va a acabar, te sorprende con un nuevo acontecimiento que lo cambia todo, por eso es más entretenida que otras producciones de estilo similar, donde ya te imaginas lo que va a ocurrir a continuación. Melissa George interpreta muy bien su papel, dándole diversos matices a su personaje, dependiendo del momento en el que se requiera un cambio de registro acorde al argumento. El eslogan de Triangle podría ser: estamos condenados a repetir nuestros errores. Una rareza de película con poca promoción, que seguramente no se estrenó en cines de España, pero de la que me alegro haber encontrado y dado una oportunidad.