Me ha parecido bastante entretenida y con buenas interpretaciones. Quizá porque había leído que era muy mala y estaba predispuesto a encontrarme algo peor, es porque le pongo esta nota. A lo mejor, si hubiese visto la película sin ver antes las críticas, ahora le pondría una calificación mucho más baja. Creo que Cage está muy bien, y Ron Perlman me encanta, deberían darle más papeles principales, porque es un excelente actor, y sólo Guillermo del Toro lo usa de principal, en Hellboy. Considero que el guión no está mal, a pesar de repetir muchos clichés, como posesiones y demás, pero es que en el cine ya está todo inventado y cuesta mucho hacer algo original, así que no debemos ser tan duros con los guionistas y reconocerle al filme su calidad como obra de mero entretenimiento, para disfrute de quienes buscamos emociones fuertes frente a la pantalla. La escena final me ha mantenido en vilo, con las manos apretadas de tensión, con eso lo digo todo.

Pues eso, aburrida. Supongo que estará llena de simbolismo y mensajes profundos, pero yo no pillé ni uno. Película para gente inteligente, de la que me excluyo. Bonitos planos y fotografía, nada más. Ni épica ni fantasía medieval, ni nada. Al principio parece que va a estar bien, aunque ya algo me temía, pero seguí adelante por si me equivocaba. Luego, todo el desarrollo es muy lento, sin nada de especial interés o importancia para la trama. Y el final tampoco es que lo haya entendido, pero eso seguro es problema mío. Me recuerda a otras películas que no me gustaron, como La fuente de la vida, o Mother!, por los simbolismos y la puesta en escena. Simbolismos que creo que habrá, digo yo, tampoco es que lo sepa, porque como ya he dicho, no los entendí, pues no tengo ni idea de Historia.

Y aunque estas tres películas que nombro solo tienen en común su calidad, es lo que parece que se dispuso a ver la mayoría de gente que puntuó la película que se trata aquí. No he visto ni el trailer, solo el nombre, el poster, el director y los actores, y ya sabía perfectamente lo que me iba a encontrar, y no me equivoqué, al acabarla fue justo lo que esperaba. La obviedad es inmensa. Se la critica como si pretendiera ser una obra maestra de la posteridad, en vez de un entretenimiento pasajero. En mi opinión, Dioses de Egipto tiene buen ritmo, no aburre pese a sus dos horas de duración. Los efectos especiales son más que aceptables al igual que la acción. Y todo ello acompañado del carisma de Butler y Coster-Waldau, que no será Pacino y De Niro, pero a mi me gustan. También a destacar el vestuario, la fotografía, la ambientación, etc. Entretenida, que es bastante. Y sin embargo hay cada tostón con notazas.

Ante todo quiero anunciar a los cuatro vientos lo genial que es Steve Carell, un genio tanto para la comedia como para el drama. En este tipo de películas sabe transmitir con maestría las emociones más fuertes sin recurrir a la exageración (véanse Pequeña Miss Sunshine o Crazy stupid love). No entiendo cómo es posible que esté tan infravalorado como actor por parte de la crítica y el público en general, pero por suerte tiene sus incondicionales como yo, pues esta película solo me atraía por su aparición en ella, como todas las que hace. Keyra Knigthley nunca ha sido de mis actrices favoritas, aunque tampoco pienso que sea del montón, y en esta película demuestra hacer buen dúo con Carell, quien siempre sabe sacar lo mejor de sus compañeros de casting. De esta actriz me gusta la frescura y candidez que irradia, algo más típico de una adolescente que de una mujer que se acerca a los treinta. Creo que el planteamiento de la película es muy bueno, donde la gente deja de pensar tanto y actúa acorde a sus instintos, así vemos a personas que anteriormente eran solitarios y parias sociales disfrutando del sexo y la eterna diversión, en un constante ambiente de camaradería y desenfreno, donde las preocupaciones, convencionalismos y tabúes han sido superados. Los feos se lían con los guapos, los viejos con los jóvenes, los eternamente incomprendidos encuentran su alma gemela, etc. Me agrada mucho el espíritu de amor libre que se respira en esta película, y quiero añadir que me encantaría tener un amigo como el personaje de Carell, que si bien no es el alma de la fiesta, es una persona de confianza y que se hace querer, lo que se dice un buen tipo.

A veces queremos ver algo donde prime el argumento más que las escenas de acción y sexo, y es cuando acudimos a series como Game of Thrones, donde pocas batallas y combates hay, a pesar de que el género fantasioso parecía indicar lo contrario. Pero en este caso lo que sí abunda y mucho es la retórica, el argumento es de lo más verbal y enrevesado, los personajes son muchísimos y sus historias son complejas. Entender al completo el hilo argumental cuesta bastante, debido a tanta historia pasada que poco a poco va desvelándose en el devenir de los episodios. Esta es una serie cerebral, no apta para mentes simples, el equivalente al Yin si Spartacus fuera el Yang (otra gran serie, pero que nos ofrece una historia más simple y muchísima acción). Juego de Tronos no será la apoteosis del género de caballerías en cuanto a sangre se trate, pero todos sus episodios son épicos y la fotografía es excelente, al igual que las interpretaciones, donde sin lugar a dudas Tyrion Lannister ocupa el podio de la perfección escénica, siendo el personaje con más matices, y quizá el más humano, no solo gracias al autor de los libros, sino también por el rebosante talento del actor que le da vida (Peter Dinklage), con ese acento tan perfecto y esos gestos que llenan la pantalla a pesar de su reducido tamaño. Y algún que otro combate memorable hay, entre los que destaco el que se narra en el episodio nueve de la segunda temporada. Estamos ante un culebrón de tintes épicos y fantásticos, sin duda inspirado en las intrigas palaciegas de la Historia real, pero al que se le ha dado lo que podríamos llamar el toque Tolkien, si bien en este caso la fantasía ocupa un segundo plano, y se apuesta por una vertiente más realista del género, donde podemos apreciar el desenvolvimiento de los personajes en situaciones adversas, las traiciones, la ambición de poder, las alianzas, la condición humana en su máximo esplendor, con todo lo malo (que es mucho) y lo bueno (que es poco) que ello conlleva. Además, hay que aplaudir el gran trabajo de los guionistas, que parece que han sabido adaptar lo más fielmente posible la versión literaria a la pequeña pantalla, calcando la mayoría de las escenas y diálogos sin necesidad de introducir muchos cambios. Además de Tyrion, el resto del reparto ha sido elegido meticulosamente, con una Daenerys perfecta, una Cercei que rezuma maldad por todos sus poros (gran Lena Headey), un Ned Stark de lo más bondadoso y noble, etc. En efecto, buena serie, donde los malos son odiosos, los buenos son heroicos, y los chaqueteros mantienen una actitud ambigua, a veces gustan al espectador y otras son más rastreros que los villanos de siempre. El único cambio significativo que veo con respecto a la saga de George R. R. Martin es la edad de todos los personajes, pues en los libros Daenerys Targaryen y los hijos de los Stark son mucho más jóvenes, pero eso es algo que se hace en todas las series.