Gran película del siempre interesante Spike Lee, que en esta ocasión ofrece una de sus historias más íntimas y sobrecogedoras, con el tema de fondo del reciente atentado del 11-S, tratándolo siempre con dignidad y entereza, sin caer en el sentimentalismo barato, como bien ha señalado ya alguno de mis ilustres compañeros cinéfilos. El guión es muy interesante, algo siempre fundamental a la hora de ponerse a rodar, algo que el director americano hace de una forma muy viva y original, aunque a veces te encuentres con cosas algo extrañas. Me refiero especialmente a un fenómeno que se repite a lo largo del film, y es eso de repetir un mismo hecho desde un punto de vista distinto, algo muy rápido (por ejemplo, el abrazo en el instituto de Monty y Jacob, el profesor). ¿Alguien podría decirme si este recurso tiene algún nombre y con qué objetivo lo utiliza Lee? Supongo que para hacer más viva la puesta en escena, pero creo que es algo que no había visto nunca antes.
Los actores merecen un oscar colectivo, están todos correctísimos, con mención especial (por desconocido) al simpático ucraniano amigo de Monty, Kostya. Por supuesto, la película pierde una barbaridad si no se disfruta la vos, algo que recomiendo a todos.
El ritmo de la narración me parece perfecto, con un par de flashbacks en el momento justo, hasta desembocar en un plano final que, gracias a él, deja abierta la historia a la interpretación del espectador, algo que me parece muy acertado.
En fin, que recomiendo fervientemente esta lección de cine y escuela de la vida a cualquiera con un mínimo de sensibilidad.