A la tierna edad de cuatro años, Suzume perdió a su familia en el terremoto cuyo tsunami asoló la región de Tōhoku en 2011 causando casi 20.000 muertos. Suzume tiene ahora diecisiete años y para superar sus traumas se verá envuelta en una fantástica trama, no exenta de romanticismo, de batalla cósmica ancestral contra los terremotos, encarnados en la figura de Namazu, un mitológico pez gigante (aunque en la peli parece más bien gusanoide) subterráneo responsable de su aparición.

La historia es más simple que otras anteriores de Makoto Shinkai, siguiendo un los patrones clásicos de road movie y coming-of-age donde lo importante no es el resultado (fuera de toda duda), sino el camino, las heridas sanadas y los amigos encontrados. Muchos elementos, quizás demasiados, recuerdan a famosas películas del estudio Ghibli. Supongo que no será tanto por copieteo como que Miyazaki es nuestro principal referente cultural japonés.

En cualquier caso, una delicia más para los amantes del anime.

Gustará a: sillas, sismólogos, cerrajeros
No gustará a: gatos, Shai-Hulud, Onyanko Club