Dolorosa película en que un espléndido Jordi Mollà y una bien dirigida Maribel Verdú encarnan una historia de amor marginal, desgarrador. Junto a ellos Antonio Resines se luce en su papel de amante sufrido y buena persona que ralla en algun momento el límite de lo razonable. Es una película para el lucimiento de los actores sobre un buen guión, mejorable no obstante, en algun momento de la trama.