La vida de Marilyn Monroe convertida en un drama psicológico en el que la protagonista son sus miserias. Al igual que con la reciente Elvis, la historia no va de como se convirtió en un mito del cine, sino que se hace un retrato de su personalidad desde un enfoque psicológico, cuando no directamente psiquiátrico.

Traumatizada desde pequeña por el rechazo de su madre, que la culpaba por el abandono de su padre. Doblemente trumatizada por la ausencia de ese padre, al que esperó toda su vida. Llegando al estrellato por la puerta del abuso sexual, siendo convertida en una mujer objeto, en un producto, nadie quería saber quien era Norma Jean Baker. El caso es que es unánimemente reconocido que era una mujer con la cabeza en su sitio, pero no es esa la historia que nos cuentan aquí, basada en una novelización de su vida. En Blonde, Marilyn solo anhela conocer a su padre, que vaya a buscarla y le procure el amor que se le lleva negando toda la vida.

En el caso de Elvis, las tintas se cargaban sobre El Coronel, el mánager que le llevó al estrellato pero también a la depresión, al derrumbe y a la ruina económica. No se personaliza tanto en Blonde, siendo lo que podríamos llamar "el entorno" la causa del declive personal de Marilyn: abusos, sexismo, siempre sometida a la masculinidad tóxica imperante. Como producto cinematográfico, se me ha hecho algo larga, y también reiterativa. En una cinta, al igual que Elvis, profundamente triste que nos hace empatizar con Norma Jean, a la que da vida una impecable Ana de Armas. Me costaría volver a verla, pero la valoro como documento histórico del precio a pagar por el estrellato en la época pre Harvey Weinstein.