Las uvas de la ira, una película con protagonistas que interpretan lo más fiel posible que puede llegar a ser la vida en situaciones de crisis nacional. Una familia campesina que sólo buscan un hogar y un plato de comida y para ello intentan encontrar un trabajo dónde les devuelva la vida.

Es una película expresiva y a la vez emotiva, ya que el espectador puede sentir sin necesidad de mostrar gran atención, la desesperación, la preocupación, el sufrimiento y las inquietudes de toda una familia que recorre USA en busca de un nuevo trabajo. Mientas que policías corruptos y vividores intentan hacerles la vida imposible con tal de satisfacer sus propias necesidades a base de no dar palo al agua.

John Ford ha sido fiel a la cruda realidad. Director ideal para dirigir la película, dada la sensibilidad por el pueblo estadounidense y su historia. Y Henry Fonda recién salido del escenario tras protagonizar El joven Lincoln (1939) y Corazones indomables (1939), otras dos obras sobre la historia estadounidense.

Sólo la recomiendo a aquellos que les guste el cine de verdad.