Hace mucho tiempo, unos años después de que se estrenara esta película, conocí a un amigo que siempre hablaba de ella. Por entonces fuimos nuevos románticos, tecnos, siniestros, y seguía conociendo gente que idolatraba esta película como si fuese la Biblia. Después de tantos años me he quitado la espina y por fin he podido verla. El tiempo ha pasado sobre ella como una apisonadora. La que en una vez pudo ser también mi película de culto, ha envejecido hasta resultar a veces ridícula, a veces soporífera. Quizá interese de manera documental sobre underground de los 80, pero poco más.
Una gran desilusión.

Quentin "Noalmejen" Crisp.