Melodrama intenso hecho de monólogos intimistas y de diálogos de profundo calado humano que tratan de encender la llama emotiva y que siembran la pantalla de un ambiente cálido y familiar.
La película resulta un poco lenta y larga pero sus diversas vicisitudes casi siempre despiertan cierto interés en el espectador.
El largometraje es muy cuidadoso con las formas, escrupuloso en la utilización de la cámara y disciplinado en la exposición de contenidos.
Cumple su papel como referente en el contexto bélico en que se filmó.