Protagonizada por los turgentes e inabarcables senos de la Monroy es cierto que uno no debía esperar demasiado, pero aunque sólo sea para ver cómo habían engañado a Manolo Zarzo para hacer semejante cagada caí en las redes del morbo chungo y hora y cuarto después sigo en shock. Ni piés ni cabeza, plagiando pelis recientes y con oscarizables interpretaciones mamarias y nalgueras al tal Reguant, o Vogue, le sale el tiro por la culata.
Mala hasta decir basta.
Famosillo actor viejuno dispara a dos golfas sin querer y se las lleva a casoplón piscinero. Las lagartas, como aquellas que le echaban "drojas en el colacao" al Tejeiro se las ingenian para colar a un chulo de señoritas de mala vida y una giganta a lo Ripley en choni y fulanón.
Canibalismo, lesbianismo, confusiones sexuales-todas- y mucho morro.
La canción, de Gisela de OT en plan musical serio-Disney al principio es como para partirse la caja.