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Argentina Argentina · santa fe
Voto de rouse cairos:
9
Drama A finales del siglo XIX, en la provincia de Entre Ríos, una niña a la que todos consideran fea, se convierte, con el paso del tiempo, en una mujer insignificante, casi transparente e ignorada por todos. Sin embargo, ella observa con una extraña avidez y detenimiento el mundo que la rodea y encuentra signos de belleza por todas partes. Años más tarde, ya casada y con hijos, llega a su casa un fotógrafo francés, que será la única persona ... [+]
21 de septiembre de 2009
25 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este cuarto largometraje de la realizadora María Victoria Menis es una bienaventurada rareza en el cine argentino actual, no sólo porque prescinde de actores conocidos pero que igualmente demuestran un sólido oficio forjado en el teatro independiente, sino por su apuesta temática y narrativa, a contracorriente de buena parte de la producción nacional.
A partir de un cuento de la escritora rosarina Angelica Gorodischer, Menis cuenta cinematográficamente y de un modo magistral, la historia de la poco agraciada Gertrudis, que comienza a fines del siglo XIX, cuando un barco cargado de inmigrantes rusos arriba a la Argentina. Tras dar a luz en la planchada del barco, la madre manifiesta su desilusión al enterarse de que no ha tendido un hijo varón y como no ha pensado un nombre para la niña, es el empleado del registro civil quien lo propone.
El relato (que no es lineal sino dosificado con anticipaciones y breves flash-backs) continúa en una colonia judía de Entre Ríos, a principios de siglo, donde seguimos a la protagonista en su infancia retraída. Minusvalorada en su círculo de relaciones por su fealdad, busca refugio en los libros y la fantasía de cuentos de hadas.
Gertrudis se convertirá en la mujer de un estanciero viudo, tendrá seis hijos y, siempre será una mujer vuelta hacia su mundo interior, a quien el desinterés de los otros vuelve prácticamente invisible. Ella parece encontrar un atenuante en las tareas domésticas que realiza con perfección. Se mimetiza con la costura, la cocina y el cuidado de las plantas; incluso, como se sabe que es una mujer culta, los peones le piden que escriba cartas de amor para sus novias. Nadie parece prestarle atención, salvo cuando algo está en desorden en la rutina de la casa y se cae el botón de una camisa.
Aún tratándose de una historia de sorprendente diafanidad, por su ritmo, que no apuesta al vértigo ni al facilismo de un relato convencional, puede que a una parte del público le cueste consustanciarse con el mundo de una protagonista tan particular como Gertrudis.
La narración aparentemente sencilla pero nada convencional propuesta por Menis, exige una cuota extra de sensibilidad al espectador, todo lo cual no invalida para nada los múltiples hallazgos de la película, ni su amorosa mirada que se detiene para atrapar una profundidad conmovedora, allí donde acontece algo que tal vez, ante la mirada de otros, pueda parecer imperceptible.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
rouse cairos
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