La saga de Torrente es sin lugar a dudas una de las más fructíferas que ha dado el cine español. Este James Bond casposo y grimoso ha cautivado al público, y se ha hecho un hueco en las taquillas del cine recaudando millones de euros, y siendo en esta ocasión el mejor estreno del año 2014.
Santiago Segura se vuelve a meter en la piel de este agente corrupto que es fan del Atleti y del Fari hasta la médula. Sus métodos poco ortodoxos hacen que cualquier situación en el que se vea envuelto no sea muy legal.
Nuevamente nos encontramos ante escenas llenas de un humor extremo en referencia hacia cualquier cosa o persona que no sea puramente español. Extranjeros, gays, chinos, negros, catalanes, mujeres, disminuidos, ancianos... ninguno de ellos se libra de la lengua afilada de este personaje horroroso.
El director se rodea de grandes amigos y estrellas de la televisión y el cine, para hacer cameos por esta película. Decenas de famosos aportan su granito de arena (unos mejor que otros) para dar vida a personajes aleatorios que acompañan a los protagonistas. Un grupo de gente que intentan robar un casino de lo que iba a ser Eurovegas.
La película divierte y entretiene, y aunque cuenta con algunos momentos que recuerdan a las películas anteriores, debo decir que sigue uno disfrutando con la historia. Aun así, debo reconocer que uno siente cierta repulsión por cada uno de los personajes que sale; sobre todo Carlos Areces que hace un gran papel y su personaje es literalmente para apartar la mirada de lo repugnante que es.
Santiago Segura en esta ocasión tiene un detalle precioso con el ya desaparecido Tony Leblanc y que en sus anteriores películas tuvo un papel importante. Aquí utiliza imágenes de una película antigua que protagonizó y la introduce como si fuera un sueño. Es un detalle bonito para recordarle.
En fin, nos encontramos ante la quinta parte del detectivo más vergonzoso que ha dado nuestro cine. A quien no le haya gustado sus anteriores films que no pierda el tiempo viéndola porque sigue la misma línea. Pero quien se haya divertido, que no dude en verla porque se reirá seguro. Torrente recoge lo peor de una persona y se rodea de lo peor de una sociedad.