Los protagonistas de esta historia son un matrimonio con dos hijos que en un principio viven una vida llena de lujos, pero por las deudas pierden todo y su vida da un giro de 180 grados.
La familia tendrá que vivir de la pobreza e intentar sobrevivir cada día, una tarea nada sencilla debido a los cambios políticos que vive su país.
Es un fuerte drama que narra una época social crucial en China. Un cambio político que influyó de manera drástica en toda la población del país, haciendo que los años pasados fueran un sueño y que todo en la vida cambiara.
La película narra la historia dramática de un modo que el espectador conecta fácilmente con ese matrimonio que tiene que hacer malabarismos para poder subsistir. Uno siente lástima de esa familia y sus penalidades, aun sabiendo que alcanzan ese drama debido a los problemas con el juego que tiene el hombre.
Los actores realizan un buen trabajo, y sorprende debido a que las intrepretaciones chinas suelen ser en cierto modo un poco frías. En este caso, los sentimientos están a flor de piel, y sobre todo consigue hacer un gran trabajo la actriz Gong Li en el papel de la madre.
En fin, es un fuerte drama que engancha y conecta. Y aunque tiene algún que otro momento un poco denso, hay que reconocer que la historia ahonda en uno, y hace que los sentimientos florezcan. Unos sentimientos llenos de tristeza y de humor, gracias a unos niños que obligatoriamente les toca sufrir una vida llena de pobreza y hambre.