A nadie nos gusta vivir los momentos malos de nuestra vida, ni tampoco esperar a que lleguen los buenos. Todo el mundo quiere ser feliz, y tener prisa para que lleguen esos días en los que la alegría y las satisfacciones inundan cada uno de los minutos.
Esta película recrea en tono de comedia pero también con cierto toque dramático, esas ideas que tenemos todos en algún momento de nuestras vidas de querer pasar de largo esos momentos desagradables y no recordarlos. Y su protagonista lo puede hacer gracias a un mando distancia mágico.
Lo que no imagina él en ningún momento es que ese mando es un arma de doble filo, y como todo en la vida; no todo lo bueno es eterno ni nadie regala algo tan especial sin nada a cambio.
La película curiosamente resulta divertida por momentos sobre todo al principio. Luego se introduce en una espiral de comedia simple destinada a sesión de tarde de televisión, que hace que esa frescura se pierda gracias a un guion que no consigue mantenerse firme. Pero conforme se va desarrollando la historia y llegando al final, la trama se direcciona de una forma que convence aunque resulta en cierto modo predecible.
Y es que nos encontramos ante una comedia con ciertas carencias muy notables; pero con unos toques y momentos interesantes que sorprenden; al igual que hace la tierna "50 primeras citas" protagonizada por el mismo actor de este film.
Y es que Adam Sandler es un intérprete que se mueve muy bien en la comedia, pero que normalmente realiza un tipo de cine bastante predecible y que no sorprende. No obstante, debo reconocer que en casi todas sus películas sus personajes tienen algo que derrochan cierta ternura que hacen que te enganche. No sé muy bien que es, pero tal vez la personalidad que traspasa consiga conectar.
En esta ocasión se unen a él una actriz bastante dispar en su filmografía ya que cuenta con verdaderas joyas, y otras que no consiguen convencer. Es Kate Beckinsale, una chica que me enamoró en "Mucho ruido y pocas nueces", pero que luego no ha conseguido mantener cierto nivel interpretativo.
También junto a ellos el gran actor Christopher Walken y el mediocre David Hasselhoff; que dejando de lado su coche fantástico o no volviendo a vigilar las playas; pues poco más interesante nos ha regalado.
Y es que con el reparto podemos ver el claro ejemplo de este film. Una balanza en cierto modo inestable de calidad, que produce en uno cierto interés y se enganche por momentos en la trama; y en otros no consiga conectar para nada con lo que se está desarrollando.
En fin, "Click" es una de las comedias estrella de su protagonista que es perfecta para una tarde en la que no quieres pensar mucho. Cuenta con escenas divertidas y otras emotivas; pero también otras decepcionantes. Un film que convence por momentos, pero que cuenta con otros en los que te planteas usar tu propio mando distancia y hacer click para cambiar de canal.