Alfred Hitchcock es considerado el maestro del suspense, y ello lo acredita una filmografía llena de película de gran calidad donde este género es su columna vertebral.
En esta ocasión nos presenta a una familia estadounidense que viven en la monotonía hasta que les visita un familiar. El hermano pequeño de la matriarca es un hombre que lo tienen en un pedestal. Un hombre joven, adinerado, culto y al que todo mundo idolatran. Su sobrina vive obsesionada con él y piensa que es el mejor hombre del mundo. Pero de repente varios hechos y sucesos empiezan a sembrar la sospecha de que este hombre no sea quien es; y la joven empezará a sospechar que su tío es un asesino.
La historia te mantiene en todo momento en tensión ya que la sospecha es constante. ¿Realmente es un asesino como parece ser? O por el contrario, ¿son todo casualidades que hacen que hagan creer que este hombre tan normal ha cometido varios asesinatos?
La duda es planteada desde el principio, y aunque uno en todo momento sea testigo de hechos extraños y coincidentes; también hay otros que hacen que no encajen otras piezas. La duda se implanta en todo momento y hace que nadie pueda acreditar si ese hombre es el asesino buscado.
La trama te engancha desde el principio, y aunque tiene algunos aspectos que han quedado un poco anticuados; hay que reconocer que sigue funcionando bastante bien y no decepciona. Uno se inmiscuye fácilmente en la historia y se deja llevar de la mano de este director inglés, que tenía un buen ojo y un gran talento para crear historias de suspense ante cualquier situación.
Todos los actores realizan un buen trabajo. El peso actoral lo llevan tanto Joseph Cotten como Teresa Wright. Ellos dan vida a los personajes de tío y sobrina. Ambos son grandes actores y han realizado brillantes trabajos a lo largo de su carrera. En esta ocasión demuestran nuevamente su talento, y se manejan fácilmente ante esta situación que está plagada de momentos que no son nada claros.
En fin, "La sombra de una duda" es una de esas películas que aunque la veas varias veces se sigue disfrutando. Es uno de esos films mágicos de Hitchcock que sigue sorprendiendo, y que te engancha desde el principio hasta el final. Uno sospechará en todo momento, pero no podrá confirmar si realmente el asesino es quien parece ser; o simplemente es un hombre que no ha cometido ningún delito.