El cine de Almodóvar cuenta con muchos seguidores a la par que muchos detractores. En mi caso tengo que decir que en general es un cine que me suele gustar porque presenta unas tramas bastante interesantes; al igual que personajes que encandilan e hipnotizan. Pero para nada soy una persona que defienda todo lo que hace el director manchego; ya que cuenta con trabajos bastante infumables.
Recuerdo ver este film hace años y en mi memoria se recogía una sensación de disfrute. La tenía como una película que me encandiló; pero ahora que la he visto tengo que reconocer que no me ha parecido una película realmente brillante; ya que cuenta con ciertos momentos que no consiguen convencer.
Lo primero de todo es la nefasta actuación de Liberto Rabal. En mi memoria también tenía un recuerdo de que su trabajo era horrible; y ahora que lo he vuelto a ver me reafirmo en ello. De verdad, no sé quien habrá hecho el casting; pero su trabajo es totalmente falso y no me creo nada de lo que hace.
Es sin lugar a dudas lo peor de todo. Pero también cuenta con escenas que resultan un poco falsas. Es decir; los personajes se comportan en algunas ocasiones de una forma que no son para nada creíbles; y por consiguiente produce que uno no se crea lo que está sucediendo.
Creo que la historia cuenta con mucha fuerza en su esencia. Esa fuerza que tiene toda la filmografía de este director con unos personajes llenos de sufrimiento; y que viven situaciones realmente dramáticas. Unos personajes que en muchos casos se extraen de lo más bajo de la sociedad; y que intentan sobrevivir como pueda de una sociedad y una condición humana que los hunden irremediablemente a una realidad horrible.
Como curiosidad hay que decir que esta película es la primera de Pedro Almodóvar que no cuenta con una protagonista femenina clara. Es más, el protagonista es ese joven que sale de la cárcel y que da vida Liberto Rabal. Alrededor de él giran dos satélites de gran importancia protagonizados por unos brillantes Javier Bardem y Francesca Neri. Y alrededor de los tres; dos magníficos José Sancho y Ángela Molina.
En fin, "Carne trémula" es una película interesante que cuenta con mucha esencia de su director. Desde su banda sonora llena de mensaje hasta su fotografía y ambientación característica en su filmografía. Un film que cuenta con muchos momentos y personajes realmente sobresalientes; pero que se combinan con otros momentos y aspectos técnicos mal realizados que hacen que decaiga en calidad. Además de una nefasta actuación de su protagonista.