Comparándola obligatoriamente con la primera, esta mejor técnicamente, los personajes no son tan infantiles, especialmente el pequeño Edmun que le han permitido hacer un papel decente, sin gilipolleces ni tonterías.
La historia es más oscura, casi en cualquier sentido. Pero la película se hace demasiado pesada y larga, sigue teniendo conversaciones y situaciones que para dejarlas así era mejor eliminarlas en el montaje.

Es simpático que al contrario de la saga de Harry Potter donde se trataba de presentar a Hermione como una cría inocente todo el tiempo, en esta película Susan se presente como un bollito adolescente que apunta buenas maneras y que tiene al príncipe Caspian comiéndole en la mano. El final, una gran batalla como la primera, permite salvar de la quema nuevamente la película sin que se le pueda llevar a los altares del cine.