Curiosa película, pardiez. Me despierta sentimientos ambivalentes: por un lado, es buen cine italiano, porque tiene muchos alicientes: sale Silvana Mangano en el esplendor de su belleza (increíble cuerpo, en una época en la que no existía la cirugía estética); las escenas del night-club tienen calidades estupendas de luz y sombra, con todo ese humo flotando; las dos actuaciones musicales de la Mangano son un espectáculo, tanto "El Bayón" como "Non dimenticare"; las escenas del hospital poseen dinamismo y no están exentas de humor...

Ahora bien, el argumento tiene tanta moralina y ha envejecido tan mal, que no hay por dónde cogerlo. (Ver spoiler)

Me llama mucho la atención en esta película la coexistencia del cutrerío de posguerra italiana con ese afán de los protagonistas de ser muy elegantes, muy finos, moralmente intachables, etc. Creo que es un buen documento para entender aquella época. Todo el mundo se moría de hambre, pena y aburrimiento, pero iban impecablemente peinados y vestidos, y eran educadísimos, según dicen los mayores.