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Voto de Strhoeimniano:
10
Musical. Comedia. Romance Antes de conocer a la aspirante a actriz Kathy Selden (Debbie Reynolds), el ídolo del cine mudo Don Lockwood (Gene Kelly) pensaba que lo tenía todo: fama, fortuna y éxito. Pero, cuando la conoce, se da cuenta de que ella es lo que realmente faltaba en su vida. Con el nacimiento del cine sonoro, Don quiere filmar musicales con Kathy, pero entre ambos se interpone la reina del cine mudo Lina Lamont (Jean Hagen). (FILMAFFINITY)
23 de septiembre de 2005
27 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ni los que detestan el género musical acuden a ese tópico de decir: “¡Vaya, otro Musical de la Metro!” “Cantando bajo la lluvia” no es otro musical. Es el musical. Tiene todas las virtudes del género y ninguno de sus defectos. Es encantadora de principio a fin.
La idea de partida es de A. Freed, en aquel entonces el productor que llevaba todos los musicales de la MGM. Sólo tenía la idea de hacer un musical basado en las canciones que él y Nacio Brown compusieran para este estudio. Condem y Green vistieron estas con un guión maravilloso, uno de los mejores acercamientos a Hollywood (todas las anécdotas que aparecen en la película son reales), donde el amor que muestra viene escoltado por una sátira irreverente, pero de una vitalidad única. No existe película más optimista, y que contagie esta fuerza, que “Cantando bajo la lluvia”. Verla y desearla. De hecho, el paraíso es esta película.
La historia es simple, pero fascinadora: la estrella del cine que se enamora de la corista; en medio de este romance una disparatada actriz (espléndida Jean Hagen), que no consigue hacer la transición al sonoro que se retrata en el film. Toda esta historia, ligera como la brisa, está plagada de números musicales que quedan en nuestra memoria sentimental una vez vistos: el enérgico “Make’Em Laugh”, la optimista “Good Morning”, la romántica “You’re my lucky Start” o la mítica “Singin’in to the rain”.
La dirección, firmada conjuntamente por G.Kelly y S. Donen, es tan armoniosa como un baile, con elegantes movimientos de grúa y una suavidad que te sitúa en primera línea. El reparto espectacular. Nadie se imagina a un Cosmo que no sea D. O’Connor (su canción de Make’Em Laugh quizá sea el número más enérgico de toda la historia del musical) ni a una corista más inocente que D.Reynolds, y, por supuesto, Lina Lamont es y será J. Hagen (D. Reynolds está doblada en toda la película y J. Hagen la doblaba en las secuencias que se suponía que la Reynolds doblaba a Lina Lamont). ¿Y qué decir de G. Kelly? ¿No cantamos todos con él cuando entona bajo la lluvia la famosa canción? Es una de las sensaciones que tienes al ver la película: su estado se te contagia. ¿Por otra parte, había otro modo de expresar lo que sentía que cantando? En esta película, todas las canciones son NECESARIAS, llegan en el momento que tienen que llegar y ni el mejor diálogo puede sustituirlas.
Lo curioso es que no fue un éxito inmediato (parece ser que a la crítica del momento no le gustó y sólo consiguió ser nominada para dos Oscar); sin embargo, es la mejor muestra de un cine que ya no tiene cabida en nuestras pantallas, hecho con la maquinaria más engrasada que la MGM tenía para este género.
“Cantando bajo la lluvia” es una delicia magistral de principio a fin. ¡Una gozada! El mejor musical de todos los tiempos y una de las obras maestral del cine en general.
Strhoeimniano
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