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Drama
Melodrama sobre la adicción al juego en el cual, el propietario de un casino con problemas de conciencia intenta arreglar las cosas con su mujer e hijo. Cuando éste último comienza a tener malas compañías y entra en prisión, su padre le hace recapacitar para que no pierda la vida como él en negocios sucios y deudas de juego. (FILMAFFINITY)
21 de mayo de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película sobre el dueño de un casino -Clark Gable-, de joven pobre y actualmente con problemas cardiacos graves provocados por el stress, al que el médico ha aconsejado severamente que abandone el mundo de la noche, pues la tensión de si el casino se puede ir a la bancarrota cualquier noche, unido al alcohol y tabaco a los que es adicto Clark, y a su falta de vida familiar, con la sufrida y fiel esposa -Alexis Smith- siempre sola en casa, con un hijo adolescente de 17 años, -Darryl Hickman, mitad ingenuo, pues desconoce el esfuerzo que supone para su padre ganar dinero, -mitad sufridor, pues defiende otras formas más castas de ganar aunque sea menos dinero y no soporta los chismes que la comunidad va soltando por ahí y que llegan a los oídos del chaval-, todo ello hace sufrir en exceso a nuestro Clark.
Por si fuera poco, en la casa de Clark también viven la esposa de su mujer, -Audrey Totter-, y el marido de ésta, -Wendell Corey-, hombre vago e insulso, con deudas de juego, y con un matrimonio evidentemente roto. Clark Gable es el sustento alimenticio de Wendell.
La película, a simple vista, podría parecer aburridilla, pero sin embargo va enlazando historias alrededor de Clark, todas ellas creíbles y bien hilvanadas unas con otras, -ver spoilers-, que hacen crecer la atención del espectador.
Las interpretaciones del matrimonio protagonista son destacables y la dirección de Mervyn Leroy, -ya acostumbrado a dirigir ambientes turbios como en Hampa dorada 1931, Senda prohibida 1942 que trata también sobre el juego-, como la de la multitud de directores de aquella época dorada de Hollywood, me ha parecido perfecta.
Así que, música maestro, lean esta única crítica, por ahora, a esta película, difícil de conseguir, -la compré en el Corte Inglés a finales del 2019 y ya casi no traen películas nuevas clásicas-, y si pueden, veánla. Les entretendrá y alguna lección moral les dejará como poso.
Por si fuera poco, en la casa de Clark también viven la esposa de su mujer, -Audrey Totter-, y el marido de ésta, -Wendell Corey-, hombre vago e insulso, con deudas de juego, y con un matrimonio evidentemente roto. Clark Gable es el sustento alimenticio de Wendell.
La película, a simple vista, podría parecer aburridilla, pero sin embargo va enlazando historias alrededor de Clark, todas ellas creíbles y bien hilvanadas unas con otras, -ver spoilers-, que hacen crecer la atención del espectador.
Las interpretaciones del matrimonio protagonista son destacables y la dirección de Mervyn Leroy, -ya acostumbrado a dirigir ambientes turbios como en Hampa dorada 1931, Senda prohibida 1942 que trata también sobre el juego-, como la de la multitud de directores de aquella época dorada de Hollywood, me ha parecido perfecta.
Así que, música maestro, lean esta única crítica, por ahora, a esta película, difícil de conseguir, -la compré en el Corte Inglés a finales del 2019 y ya casi no traen películas nuevas clásicas-, y si pueden, veánla. Les entretendrá y alguna lección moral les dejará como poso.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Me ha parecido un acierto las cuatro fases de similar duración en que digamos está estructurada la película, en un primer tramo la historia gira sobre el robo que planea realizar el maléfico Wendell Corey, presionado por sus acreedores matones y mafiosos, en el casino de su concuñado Clark. El segundo tramo gira en torno a la idea de Clark de abandonar ese mundo del casino, para disfrutar más de su mujer y reconciliarse con su hijo, para lo cual el matrimonio planea un fin de semana idílico dedicado a la pesca en un lugar lejano, viaje este que se frustra porque el hijo se niega a ir con su padre, lo cual da paso a una tercera fase que nos cuenta la vida actual del hijo, marcada por la fama de su padre, hijo éste que, en una fiesta juvenil de parejitas, a la que acude con la chica a la que nadie quiere invitar, es el motivo de que surja una pelea, que, a pesar de ser rehuída por el hijo protagonista, acaba con todos los amigos masculinos, incluído el hijo protagonista en la calle, y una última fase en la que el débil de carácter Clark, a la vista de la frustración del planeado viaje y de sus pocos avances en la relación con su hijo, vuelve al casino, al tabaco, al alcohol, y acaba todo ello en una escena final con una gran partida a todo o nada en la que Clark se juega toda su fortuna contra un excelso gran jugador y cliente asiduo del casino, Frank Morgan, en presencia de todos los protagonistas de la película, esto es, de la mujer de Clark, de su hijo, de su parásito concuñado, y de los mafiosos que amenazan a éste.
El final pega dos giros, que no cuento, y que añaden la correspondiente dosis de intriga a este melodrama.
Y en medio de todo ello, hay otras pequeñas historias, como la de una enamorada de Clark, nada menos que Mary Astor, la de un anciano jugador, empobrecido y destrozado por la vida del juego, Lewis Stone, y la de una mujer riquísima y que admira a Clark y le ayuda cuando le ve metido en problemas, Marjorie Rambeau.
El final pega dos giros, que no cuento, y que añaden la correspondiente dosis de intriga a este melodrama.
Y en medio de todo ello, hay otras pequeñas historias, como la de una enamorada de Clark, nada menos que Mary Astor, la de un anciano jugador, empobrecido y destrozado por la vida del juego, Lewis Stone, y la de una mujer riquísima y que admira a Clark y le ayuda cuando le ve metido en problemas, Marjorie Rambeau.