Una buena historia mal contada no es una buena historia. "A primera vista" ofrece un relato basado en hechos reales, pero esto no quiere decir que sea interesante, o que disfrute de una realización que lo haga interesante. En este caso la trama es un cuento con una penosa dirección propia de telefilm. No engancha ni atrae. Contribuye también a ello el flojo actor Van Kilmer, que no es capaz de dar un mínimo de dramatismo a su personaje. El film es totalmente prescindible, por mucho que la experiencia humana que narra sea pretendidamente real. El autor de la novela, Oliver Sacks. también ha tenido otra adaptación al cine en "Despertares" (1990), igualmente demagógica, pero que al menos contó con una buena dirección y la actuación estelar de Robert de Niro y Robin Williams.