De la mano de Netflix se presenta este largometraje documental enfocado en los volcanes, junto con el experto vulcanólogo Clive Oppenheimer el experimentado realizador alemán visitan distintos volcanes alrededor del mundo para conocer la relación de las comunidades vecinas con estos. El paseo inicia en Vanuatu, y se extiende por Islandia, Indonesia, Etiopia e incluso, Corea del Norte.

Durante este recorrido la cámara ofrece vistas realmente espectaculares de este fenómeno de la naturaleza, la lava fluyendo del cráter como ocurre en muy pocos volcanes, o ríos de magma que de tanto en tanto explotan. Visualmente es sobresaliente y resulta de una belleza que solo ese hecho vale su visionado.

Por otro lado está la relación que se aborda alrededor de estos, desde comunidades indígenas alejadas hasta la inmensa actividad en Islandia, medidas de protección en Indonesia, el pasado con restos fósiles en Etiopia, además de la veneración al volcán en Corea del Norte y su relación con Kim Il-Sung.

Tampoco es la primera vez que Herzog ofrece una obra alrededor de los volcanes, La Soufrière (1977) sobre un volcán en la isla de Guadalupe que hizo evacuar toda una ciudad, la misma es mencionada dentro de Into the Inferno, pero es claro que este trabajo es bastante diferente, más científico y antropológico, que esa sensación existencial ofrecida en La Soufrière.