Imposible resistirse a su ritmo, trepidante, y a su trama, que aunque casi siempre es la misma (ataque terrorista y una sucesión de desastres hasta que el agente Jack Bauer lo arregla todo, no sin altos costes incluso en vidas humanas).

Correctamente interpretada y ambientada, normalmente en Los Ángeles, nunca los polígonos industriales dieron tanto juego para guardar armas de destrucción masiva y rodar tiroteos.

La trama sube de intensidad conforme van desarrollándose las temporadas. No es perfecta, porque se repite mucho, y porque es absolutamente inverosímil, pero es muy buena. Muy buena. Porque engancha como ninguna otra. Hay que dejarse llevar también, eso es cierto, hay que colaborar para creértela y no cuestionar cada detalle.

Y al final, eres fan de Jack, un patriota con pelotas.

Por otro lado, el formato del reloj y el tiempo real, es absolutamente novedoso, en su momento supuso un verdadero shock.

Una gran serie de acción para verla sin medir cada detalle para ver si es creíble o no.