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Voto de Miguel Moreno:
10
Comedia. Drama El viejo Donald Sullivan es un trabajador de la construcción que sigue siendo tan encantador, adulador y rebelde como cuando era joven. El mayor problema de Sully es que se niega a crecer, razón por la cual abandonó sus responsabilidades familiares. (FILMAFFINITY)
17 de mayo de 2009
22 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Robert Benton te invita a darte una vuelta por uno de esos pueblecitos de Nueva York cuajado de nieve acompañando a un colosal Paul Newman (otra vez estás que te sales Paul) en un dia a dia de lo más tradicional, compartiendo problemas laborales, recuerdos, conflictos familiares y reencuentros en Ni un pelo de tonto. Te apuntas? yo ni me lo pienso...

Y es que la película contiene buenas maneras, complicidad, ternura y diversión a partes iguales, con una trama tan convencional como encantadora que te atrapa sin remedio si eres amante de las buenas historias. Te reirás a carcajadas con Sully y pensarás en silencio a ratos como él, le acompañarás a robar una máquina quitanieves y jugarás al poker cada noche con él. (y aunque pierdas ya será una experiencia). Y lo más extraño de todo, es que a pesar de haber cometido errores en su vida pasada y ser terco y lanzado muchas veces, además de políticamente incorrecto, logra Paul Newman crear un personaje absolutamente entrañable todo el tiempo. Alguien con quien desearías pasar una tarde haciendo cualquier cosa.

El reparto cuaja tan bien como la nieve del pueblo: Bruce Willis está genial, Melanie Griffith estupenda y mencionaré a Philip Seymour que aunque sale un par de veces, tiene una escena desternillante frente a Paul Newman.
Un tipo como Sully, con muchos años a las espaldas ya y una rodilla renqueante, se encuentra con su hijo y su nieto al que no conocía, se mete continuamente con su jefe que además no le paga (aunque luego se le encuentre dormido y le tape con una manta, colosal escena) ayuda a las personas del pueblo ganándose su cariño con una sonrisa de lado y una mirada única que te hace darte cuenta de que realmente, no tiene "ni un pelo de tonto". Le acompañaremos mientras convive con las personas del pueblo, un abogado poco habitual, su casera, su hijo y un nieto que le hará recapacitar sobre lo que acaba de descubrir: además de padre, es abuelo.

Una de las películas mas encantadoras que he tenido ocasión de ver. Y además carece de ego. Que más se puede pedir? Si Sully viviera en mi barrio, la cerveza y el póker con él serían cita obligada, al menos tres veces por semana. Corred a verla!
Miguel Moreno
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