Como he leído en alguna crítica, Will Smith se ve demasiado cómodo en este papel de padre malote pero en el fondo buenazo. El momento en el que decide perdonarle la vida a Quinn (anteponiéndola a la amenaza de perder a su hija) me pareció una tomadura de pelo. ¿Dónde está el malo malote? Podrían haber hecho de él un verdadero villano, y hubiésemos visto al bueno de Will en otra faceta.

A parte de estar buena y estar loca, ¿que más hace el personaje de Quinn? ¿Qué super poder maligno aporta? ¿Es tan importante como para salvar a la humanidad? Esto último aplica al ladrón de los boomerangs y al cocodrilo humano que con un par de tasers cae electrocutado.

Y es que, en comparación con el hombre fuego, los demás "supermalotes" quedan relegados a la quinta división regional (si existe). Eso sí, el momentazo del Diablo de "eh tu, brujo gigante, ¡no te metas con mis amigos!" me devolvió a la cruda realidad de lo mierda que es el argumento. ¿Cómo van a hacerse amigos en unas horas los malos más malos del mundo? Simplemente no cuela, igual que cuándo Quinn le arranca el corazón a la bruja, apelando a la amistad... Lamentable.

Los aspectos positivos me parecieron la caracterización del Joker, los efectos especiales, y la primera media hora, que aprovechó toques de humor y buenas soundtracks, pero cayó en picado a partir de la presentación de la bruja. Estaba cantado que se iba a escapar. Se te va en un momento a Teherán a robar documentos secretos y ¿no puede escaparse un momento y matar a la negra para recuperar el corazón?

El papel de la negra que está en el poder sin escrúpulos también está muy visto, y después de toda la batalla final, que aparezca de la nada es muy deleznable, ruíz, y mezquino.

Como estos detalles, infinidad que han hecho muy creíble la trama, y repito, a pesar de tratarse de una película de ficción, se pasan de la raya.