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España España · Sevilla
Voto de Dirover:
6
Drama. Comedia Albert es el sádico dueño de un restaurante. Su fuerte carácter y las tiránicas formas que aplica en el trabajo hacen que todos los empleados estén sometidos a un continuo régimen de esclavitud, incluida su esposa, Giorgina, a quien ridiculiza. (FILMAFFINITY)
16 de septiembre de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Menú especial para comensales: Se recomienda estómagos vacíos y mentes abiertas. Bon appetit.

------------------------------------- LOS ENTRANTES ------------------------------

Debo reconocer que siento cierta simpatía por todo aquel que se siente a visionar por primera vez el film más conocido de la singular obra del enfant terrible Peter Greenaway (en caso de que lo haga sin saber absolutamente nada de la cinta). Y es que el curioso título, que bien podría pasar por el de cualquier onanística película "Clasificada S" de principios de esa misma década, ya es el primer reflejo de que no estamos ante un film en absoluto convencional (como nada proveniente de la filmografía de su autor) y que la experiencia podría resultar un tanto indigesta para paladares no predispuestos. Porque filmar algo así hoy día sería prácticamente imposible, ya que en tiempos marcados por la corrección y la autocensura un material como este es carne directa para el matadero. Quizás por sus ínfulas de transgresión, Greenaway elabora un material que se ciñe a ser lo más políticamente incorrecto posible: profundamente incómodo, escatológico, deliberadamente sexual, y siniestramente bizarro. En ocasiones la intención parece que es transgredir a toda costa, lo que en ocasiones deja la sensación de que todo es un artificio vacuo que solo se sostiene por sus ganas de molestar al personal. Si lo consigue en mayor o menor medida ya es cosa de cada uno, pero lo que nadie debe dudar es que este 'enfant terrible' ni mucho menos tiene nada que envidiarle a otros autores (completamente distintos, eso sí) a los que se les cataloga como tal (véase Quentin Tarantino, Gaspar Noé, o Robert Rodríguez) y a los que este inglés se merienda. Es muy difícil obtener éxitos comerciales con rarezas así.

------------------------------------- LOS PLATOS ------------------------------

El primer plato fuerte de la noche son unos actores en absoluto estado de gracia, con una Helen Mirren que irradia un aura de misterio y sensualidad sumamente particular, o el resto del cast, cuyas expresiones y rostros alucinados son el condimento perfecto para el universo bizarro y oscuro que pergeña el director. Pero sobre todo hay que destacar a un Michael Gambon que se come la pantalla en cada segundo que aparece y cuyo personaje es imposible que nos genere indiferencia. Es un auténtico villano, un ser tan vil que no parece sacado de este mundo. Si os dijera que en un ranking de villanos del cine no se me ocurre ahora mismo nadie peor, ese es el nivel. Y sorprendentemente un tipo tan repulsivo al que sería imposible no odiar desprende una extraña atracción, convirtiendo cada aparición y cada momento suyo en un acontecimiento. Quieres que sufra mucho, muchísimo, pero a su vez atisba una extraña vulnerabilidad. Es humano.

El segundo plato fuerte es sin lugar a dudas la puesta en escena. Magistral, operística. Unos movimientos de cámara sensacionales culminados con unos espectaculares travellings que se pasean por los escasos escenarios de la obra y que nos muestran todos los recovecos de este particularísimo universo que parece ajeno a las leyes de nuestro mundo. Algunos planos que se asemejan a estampas puramente pictóricas son la muestra de un director que sabe perfectamente lo que quiere, y que además demuestra pulso en algunas escenas realmente tensas (el primer encuentro en el baño es sencillamente magistral). El sensacional vestuario de Gaultier en contraste con la saturación de los colores de fondo y la repetitiva composición musical de Nyman nos alejan aún más de nuestra realidad.

------------------------------------- EL POSTRE ---------------------------------

Cuando el delirio continúa in crescendo y parece complicado pensar qué solución se sacará de la manga Greenaway para rematar la obra, nos encontramos con un giro final que proporciona una vuelta de tuerca inteligentísima y macabra que no solo se encuentra ahí para escandalizar, sino que va en consonancia perfecta con el resto de la obra y la remata de la mejor forma posible. Si el menú no estaba resultando del todo satisfactorio por momentos, el postre sube varios peldaños la propuesta. De verdad, hay que tenerlos bien puestos para hacer algo así y quedarse tan pancho.

Tan excesiva como irreverente, y tan particular como única, es difícil contar algo más sucio de una forma tan bonita. Virtudes de una película que aún me cuesta dilucidar si me ha gustado de verdad o no, y que en todo momento ejerce una extraña fascinación, pero que a su vez se encuentra a medio caballo entre una peli "disfrutable" y otra que aburre y se torna vacía en numerosos momentos. No es ninguna joya del cine, pero si la intención es ver algo que no te deje indiferente, has llegado al restaurante adecuado. Si las intenciones son otras, entonces este salvaje cóctel no es para tu estómago (ni para el de la mayoría).

·LO MEJOR: La espectacular puesta en escena. El desenlace.

·LO PEOR: El conjunto puede resultar vacío, gratuito y aburrido en ocasiones.
Dirover
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