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Voto de Paleocinéfago:
7
Drama. Romance La relación de un director de cine y su novia es puesta a prueba cuando regresan a casa tras el estreno de su película y esperan las reacciones de los críticos.
5 de febrero de 2021
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Malcolm and Marie (Sam Levinson, 2021)

Sam Levinson es un director que sin buscarle, he acabado siguiendo. Con Nación salvaje (2018) y Euphoria (2019) dejaba claro que era un cineasta que pisaba fuerte. Sus trabajos son un gusto para criticar, debatir o simplemente charlar, por su forma de tratar los temas y mensajes dentro de sus obras. En esta, su última película, creo que busca que le tomen en serio, por eso decide usar el formato de blanco y negro con un grano tan marcado. Se puede llegar a justificar su uso, ya que se puede interpretar toda la película como un recuerdo de un momento muy concreto, una noche que marcará la vida de los protagonistas. Y por tanto, el uso del blanco y negro tiene un sentimiento evocador del pasado. Pero bueno, soy yo dándole vueltas a las excentricidades del director.

Malcolm and Marie empieza con un plano desde fuera de la casa. En estas primeras escenas les vemos de esta forma para distanciarse emocionalmente. Más adelante, cuando empieza la confrontación, la cámara se acerca a los personajes dándoles toda la carga emotiva necesaria. Esta estructura, la de pelea y posterior relajación, se repetirá en toda la película. Aunque entiendo que esto no guste por artificioso, porque el juego de tensar y destensar la cuerda sin romperla es extremadamente difícil, para mi consigue funcionar hasta el final. Y si lo hace es por la intensidad de la confrontación y, por supuesto, sus interpretaciones. Lo que sí es seguro, es redundante. Un ciclo de odio y amor donde todos los pensamientos y rencores saldrán a la luz.

Pero hablemos de las interpretaciones. Es un particular tour de force teatral entre Zendaya y John David Washington. Ella viene de ganar el emmy por Euphoria, con papeles bastante parecidos. Y el viene de hacer tenet (la paranoia de Nolan) donde su capacidad expresiva se veía reducida a la de una roca. Dicho esto, ambos están muy bien. Me ha sorprendido más Washington, por lo que mencionado antes, pero si la película no se hunde en la palabrería, es por ellos dos.

Cuando me he referido a las formas teatrales, me refiero en todos sus apartados. La localización es una casa y por tanto el ambiente remite al del teatro (aunque la puesta en escena no tenga nada que ver). Los diálogos también remiten al teatro, ya que se usan como una gran declamación emocional. La intensidad de los mismos también es teatral, teniendo momentos muy altos (no solo por los gritos) y otros más sutiles. Este estilo, sumado a la estructura tan repetitiva, hace que en algún momento te saque de la escena. La réplica de Washington cuando lee la primera crítica, se extiende y intensifica, pareciendo un rap.

Pero si algo resalta en el cine de Sam Levinson son sus temas y la forma de tratarlos. A parte de los inherentes a la pareja protagonista que prefiero no abordar por spoilers, hay mucho más. Pero... me acabo de dar cuenta que no he hablado del argumento. Este cuenta la vuelta del director y su pareja en la noche de estreno de su película. Con este caramelito, la crítica principal va al cine como industria (Hollywood) y a la crítica profesional. En los alargados monólogos se discute sobre el racismo positivo del periodismo, la propia hipocresía del autor y la motivación ligada a la concepción de una obra. Me parecen críticas acertadas y plausibles, como la joyita que suelta Zendaya que viene a decir "El cine es el arte más capitalista y comercial en el mundo".

Con todo, lo que siempre me gusta del cine de Levinson, es su estética. Su forma está muy cuidada con, por ejemplo, su uso de la arquitectura para narrar visualmente. También en su final abierto, donde nuevamente aleja la cámara de los personajes, como al principio. La cámara se encuentra encerrada en la habitación donde la pareja ha dormido. Con el uso de un plano dentro del plano, se ve que por la ventana, al fondo de la imagen, se encuentran los protagonistas. La composición nos dice sin palabras que la continuación de su historia, de su relación; la resolverán sin nosotros como espectadores.
Paleocinéfago
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