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Voto de Lafuente Estefanía:
5
Western. Comedia El dueño de una línea de diligencias contrata a un pistolero para sabotear el camino de una locomotora que representa una amenaza para su negocio. (FILMAFFINITY)
7 de noviembre de 2020
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Bajo el lema del título de la reseña comenzó a funcionar en 1870 el ferrocarril de vía estrecha de Denver (Colorado) a Río Grande, atravesando las Montañas Rocosas para transportar principalmente carbón y minerales. Durante muchos años constituyó el modelo de ferrocarril de montaña, de hecho era la línea más alta de EEUU con pasos de gran belleza como el de Tennessee, la Garganta Real o el tunel de Moffat.
Seguramente algún ramal de esta línea estaba todavía sin concluir en septiembre de 1876, momento en que se sitúa la acción de "Billete a Tomahawks". A esta ciudad se habían comprometido los propietarios a llevar los trenes con pasajeros para esas fechas, pero todavía faltaba tender los raíles desde la estación precedente de Epitaph.
Y de eso trata la cinta. Una desenfadada comedia musical en la que hay que llevar tirada por mulas la flamante locomotora "Emma Swenty", de 30 toneladas de peso y con capacidad para alcanzar los 55 km./h., atravesando despiezada la cordillera en un claro anticipo de lo que veremos en "Fitzcarraldo" con un enorme barco.
Todo frente a la oposición de propietario de la línea de diligencias que ve peligrar su negocio de prosperar el del ferrocarril. Cuenta este con la ayuda de una banda de pistoleros que dirige Dakota (un desdibujado Calhoun). Nada tienen que hacer estos facinerosos ante la intrépida sheriff Kit Dodge (Baxter) que, además, dispone de la ayuda del único pasajero que se ha atrevido a hacer el trayecto, Johnny Dos Picas (Dailey), un divertido viajante de comercio que se erige en el gran protagonista de la película con sus números musicales, pues canta (entre otras piezas la preciosa habanera de "La Paloma" de Iradier), baila y toca la guitarra "como un español").
Se trata de una cinta amable que, sin grandes pretensiones, hace pasar un rato agradable al espectador. Aunque también los indios tienen su momento estelar, eso sí, pésimamente caracterizados, la acción típica del western deja paso aquí a la comedia y al humor. También al amor que es ... "Como las abejas y las flores, como la miel", según torpe definición del padre de Kit.
Y no olviden cuando vean la película, lo que nos cuenta uno de sus atentos reseñadores. Entre el grupo de señoritas de saloon que también marcha en el viaje, figura nada menos que una entonces desconocida Marilyn Monroe. "La chica de amarillo" en la escena del baile en la montaña. Nuestra gratitud por esta información.
Lafuente Estefanía
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