Film de terror de corte claustrofóbico que promete calidad pero que acaba por ser uno más del montón.
Kate y Luke conforman una pareja mal avenida en vías de separación que, al regresar una noche de un compromiso familiar que no han podido eludir, se ven abocados a pasar la noche en un aislado motel donde al dueño parecen gustarle el rodaje de cintas "snuff" en las habitaciones.
Mientras el film se mueve por los derroteros del terror sugerido y el miedo anticipatorio genera cierto interés, pero el tercio final, repleto de persecuciones y acción de lo más tópica en este ya sub-género dentro del terror, baja sensiblemente en nivel de todo el conjunto.