Un film típico sobre deportes, en este caso el desconocido mundo (para la mayor parte del público europeo) del fútbol americano. Así, si no estás al tanto de las reglas y la configuración de este deporte, muchos de los conceptos y escenas claves no serán del todo efectivas. Una película por y para estadounidenses, por lo tanto.
Por lo demás, la película cansa por tanto discursito moralista y diálogos motivacionales y hasta religiosos al estilo "somos el sueño americano" (ya se sabe que si allí no eres el mejor sin discusión, entonces no eres nadie). Los personajes son meros estereotipos cuando menos chulescos que muestran a los deportistas jóvenes como héroes o semidioses a los que debemos alabar y envidiar, dejando obviamente a un lado consideraciones como las de que también deben formarse como personas y adquirir cierta cultura más allá de chocarse la cabeza uno con otro.
Es más, se le da tanta importancia a la moralina y emotividad que otros aspectos del argumento son echados directamente a la basura, como el crimen pandillero o las decisiones de ciertos miembros del equipo para con su futuro académico. Nada de eso importa, solo elevar a los altares el concepto de éxito deportivo y de sentimiento de equipo, haciendo poco más que santo al personaje del soso (muy muy soso) Jim Caviezel.