Sin duda estamos ante un clásico del cine. Una película de guión inteligente, irónico y sarcástico con la propia industria de Hollywood; en lo que es un acertado ejercicio de "metacine".
Con una dirección muy modernizada para la época (no hay más que ver el diseño de producción, los excelsos decorados y los juegos de cámara) y unas interpretaciones de altura (especialmente los secundarios), se crea una magnífica película que sólo flojea en el extensísimo número musical "Melodía de Broadway" (casi un corto independiente del resto del film), que rompe con el eléctrico ritmo narrativo, pleno de diálogos frescos y con unos números musicales extraordinariamente plásticos -e incluso "elásticos"-. A destacar especialmente "Haz reír", "Good morning, good morning" y, cómo no, el celebérrimo "Singin' in the rain".